Puede que encuentre contradictorio el titular de esta semana, pero hay un tiempo para cada cosa. Tenemos sobrecompra de corto plazo, especialmente en Europa; donde estamos en una zona de fuerte resistencia creciente que puede pedir un movimiento lateral-bajista como el que hemos tenido en las dos últimas semanas de agosto. Puede hacerse una idea del tema ojeando el tercero de los gráficos que le adjunto. Sin embargo, la semana ha sido muy favorable para el proceso de fondo del mercado. Alentados por los bancos centrales, los alcistas han encontrado argumentos para seguir golpeando, consiguiendo mejoras muy sensibles en lo que se refiere a nuestro Ibex 35. Desde la base de ese canal bajista que le propuse como esperanza alcista cuando muy pocos creían en la renta variable -y que una vez más le muestro en el gráfico del índice en su versión con dividendo incorporado-, el principal índice español ha confirmado primero un amplísimo doble suelo y ahora ha sido capaz de cerrar por encima del canal. Y eso, de confirmarse en cierre mensual, plantearía un alza que está a medio camino en el menos alcista de los casos; tomando como origen la base del canal. Algunos empiezan a preguntarse si de nuevo tendrán que enfrentarse a la vergüenza de 2009... Pero fuera del mercado español la semana ha acabado siendo excelente por muchas cosas que voy a intentar resumir: se ha frustrado el intento de reconstrucción de los bonos alemanes y norteamericanos, han salido disparados los metales industriales y China ha desplegado una impresionante vuelta semanal sobre soporte decreciente de la que pueden tomar nota aquellos que pensaron que el Ibex no podía ir a ninguna parte en la actual situación económica. La volatilidad recae tras dos semanas de importante rebote, y el Dow Jones Transportes, divergente desde hace semanas, ha virado al alza desde su línea de tendencia. Y la más importante: el dólar hace aguas y parece perder soportes muy relevantes.