Industria evita que el Estado y los operadores financien el 'baile' de canales de TV Pagarán los consumidores. Ni las arcas públicas ni los operadores de televisión y de telecomunicaciones soltarán un céntimo para resintonizar las antenas colectivas de 1,5 millones de hogares españoles. Al contrario de lo que inicialmente estaba previsto, todos los gastos derivados de la liberación del denominado dividendo digital correrán de cuenta de los usuarios. La factura total ahora se ha rebajado de 800 millones a 300 millones, un importe que deberán sufragar las comunidades de propietarios si desean recibir la actual oferta de la televisión digital terrestre (TDT). Además, la contratación de los servicios de antenistas tendrá que producirse antes de finales del próximo año, ya que el 1 de enero de 2014 se hará entrega a los operadores de telefonía móvil de las frecuencias que adquirieron en subasta pública el pasado verano. Con los recursos radioeléctricos del dividendo digital, actualmente ocupados por la TDT, las telecos proporcionarán accesos a Internet móvil de banda ancha en excelentes condiciones. El anuncio lo realizó ayer José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo, en su intervención en el XXVI Encuentro de las Telecomunicaciones de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, organizado por la patronal Ametic. Más velocidad para Internet El ministro de Industria confirmó el adelanto de un año en el cambio de manos de las frecuencias de entre 790 y 862 Mhz, para disfrute y propagación de la conectividad de 4G desde 2014. Esta tecnología inalámbrica permitirá a los ciudadanos navegar por Internet con velocidades próximas a los 100 megas por segundo, tanto en las grandes ciudades como en multitud de áreas rurales. Asimismo, con esta desviación del gasto de reantenización hacia los particulares, el Gobierno se ahorra los 45 millones que ya estaban previstos para estos fines en los Presupuestos Generales. Por su parte, y gracias a la compresión digital, las cadenas no perderán su actual oferta audiovisual pese a que las privadas cederán uno de sus canales mientras que TVE y las autonómicas se desprenderán de otros dos.