La operación, que forma parte de la nueva estrategia del grupo químico, se cerrará en el primer trimestre de 2013La multinacional química DuPont ha llegado a un acuerdo para cerrar la venta de su división de pinturas para el sector del automóvil y el transporte con la firma de capital riesgo Carlyle Group, por un importe de 4.900 millones de dólares (3.906 millones de euros). Así lo hizo público ayer la empresa en un comunicado, donde explica que la operación, que está sujeta a las condiciones de cierre y a aprobaciones regulatorias, finalizará previsiblemente durante el primer trimestre de 2013. Según explicaron ambas empresas, el grupo estadounidense Carlyle asumirá 250 millones de dólares (199 millones de euros) de pasivos de la unidad de pinturas, DuPont Performance Coatings (DPC), por pensiones no aprovisionadas. "El negocio sigue creciendo y ofreciendo resultados sólidos. Sin embargo, después de una cuidadosa revisión, hemos determinado que el potencial de crecimiento de DPC se realiza mejor fuera de DuPont y a través de la venta a Carlyle", explicó la presidenta y consejera delegada de la compañía, Ellen Kullman. Otra de las razones que ha motivado esta operación es la nueva estrategia que sigue el grupo, que persigue focalizar sus esfuerzos en los sectores de la biotecnología, la agricultura y la nutrición, ya que según Kullman, "representan un mayor crecimiento y margen comercial". Por su parte, el director ejecutivo de Carlyle, Greg Ledford, halagó las posibilidades que ofrece DPC, al que calificó como un negocio exitoso que pose tecnología de última generación, marcas establecidas y cuenta con posiciones en el mercado atractivas. Por eso Ledford aseguró que la firma aprovechará la compra de esta división de DuPont para "acelerar el crecimiento en los mercados emergentes, especialmente en China y Brasil". De momento, las previsiones son buenas, ya que DPC, que da trabajo a una plantilla de 11.000 trabajadores, prevé registrar unas ventas en 2012 por valor de 4.000 millones de dólares (3.200 millones de euros). Esta transacción no hace más que reforzar la posición del grupo Carlyle dentro del sector industrial y del transporte, donde la compañía ha realizado importantes movimientos en los últimos años, como la adquisición de la empresa de alquiler de coches Hertz, en 2005.