El saldo gestionado por el sector se reduce en 74.200 millones en sólo un mesLa elevada incertidumbre que planea sobre la economía española y el sistema financiero arrojó ayer otra cifra inquietante. La banca española asistió en julio a una salida histórica de 74.200 millones de euros de los depósitos, cuyo saldo cayó a 1,71 billones y encadena ya cuatro meses de retirada de dinero. Se trata del mayor desembolso experimentado por el sector desde que el Banco Central Europeo (BCE) inició la serie estadística en septiembre de 1997. Su registro difiere del elaborado por el Banco de España, ya que incluye fondos distintos a los dejados en depósitos o cuentas de clientes, como al incluir, por ejemplo, imposiciones de entidades financieras en productos que utilizan para ir a la ventanilla del BCE. El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, negó que en julio se haya producido una fuga "significativa" en la suma de depósitos y otros "instrumentos alternativos" de toda la banca, y estimó que podría obedecer a un traslado del ahorro a otro tipo de productos. En el Banco de España explicaron que es habitual ver desembolsos en dicho mes porque las familias echan mano de la hucha para financiar las vacaciones y las empresas para rendir cuentas con Hacienda. Y esta vez se da un tercer factor: casi dos terceras partes de las retiradas -49.500 millones- son fondos de titulización de entidades que han vencido y, ante la dificultad para acometer nuevas emisiones, no renuevan los depósitos. Sólo Grecia supera la caída Más allá del dato puntual, lo alarmante es la encadenación de retiradas mensuales de fondos como ha ocurrido antes en entidades de Grecia, Irlanda, Portugal e Italia, con distintos impactos. Entre julio de 2011 y julio pasado, el dinero en la banca española se ha reducido en 207.000 millones. Y desde los máximos marcados en junio, cuando los depósitos rebasaron los 1,74 billones de euros, la salida supera los 232.800 millones y supone una merma del 13,37 por ciento. Se trata de la mayor reducción experimentada por la banca de los países en serias dificultades, si se exceptúa Grecia. El sector financiero heleno ha sufrido una retirada del 34,7 por ciento desde los máximos de 2009. Lo paradógico es que, a pesar de las especulaciones sobre una expulsión de Atenas del euro, su banca logró captar un 2,04 por ciento de fondos en julio. En Italia, Irlanda y Portugal los saldos se mantuvieron estables en junio y julio. La banca transalpina casi ha recuperado todo lo perdido bajo la tensión del acoso de los mercados, frente al descenso del 7,53 por ciento que aún acumula la lusa desde máximos y el 10,77 en la irlandesa. Los pagarés captan ahorro Es verdad que en España parte del ahorro se ha movido en el pasado y por consejo de la propias entidades a productos como los pagarés, que podían ofrecer altas rentabilidades sin sufrir las penalizaciones de los extratipos por parte del Fondo de Garantía de Depósitos. También que hay retiradas netas. La gran banca ha admitido fugas milmillonarias de depósitos de grandes multinacionales cuya política de tesorería les obliga a dejar una entidad cuando su rating cae por debajo de un determinado umbral, como ha ocurrido aquí con el riesgo país. Las entidades trabajan para revertir la situación. Algunas han rescatado ofertas atractivas en depósitos. Pero aún viven encadenadas al BCE. Este organismo tenía prestado a la banca española en julio un récord de 402.185 millones, siete veces más que en julio de 2011.