Con esta medida podrá recaudar 1.150 millones para reducir el déficir de tarífaEl Gobierno dará un respiro a las petroleras y aplicará el famoso 'céntimo verde' sólo al gas natural, en lugar de extender esta propuesta a las gasolinas, según informaron fuentes gubernamentales a Ep. Sí el Ejecutivo finalmente lleva a cabo los planes que tenía previsto en el primer borrador de la reforma energética, a la que tuvo acceso elEconomista, impondrá un gravamen de 4 céntimos por metro cúbico en el gas natural. De este modo el Gobierno recaudará un total de 1.150 millones de euros, que se destinarían a reducir el déficit de tarifa del sector eléctrico. En un principio todo indicaba a que iban a ser las petroleras las que cargaran con el peso del nuevo tributo. De hecho, se barajó una propuesta por la cual se aplicaría un impuesto sobre los carburantes de 5,4 céntimos por litro. Frente a esta posibilidad las petroleras sacaron las uñas para defender la estabilidad del sector, que actualmente no atraviesa por su mejor momento, y alegaron que el aumento de imposición fiscal sobre los carburantes está afectando al consumo y a los costes energéticos de particulares y de empresas. De hecho, este incremento se ha dejado notar en el consumo de combustibles, que ha caído notablemente por el aumento de los precios, algo que preocupa bastante al Gobierno, que ve como el sector transportes sale también perjudicado. Posiblemente la presión de las petroleras y la caída del consumo han llevado al Ejecutivo a pensar que la aplicación de un 'céntimo verde' a los carburantes era una medida actualmente inviable. A todo esto hay que sumarle que a partir del 1 de septiembre el sector se verá penalizado por el aumento del tipo de IVA, que pasará del 18 por ciento al 21 por ciento, lo que supondrá una subida de cerca de 10 céntimos. De hecho, si el Gobierno no hubiera descartado el 'céntimo verde' a los carburantes, llenar un depósito de 50 litros hubiera sido, de un día para otro, 5 euros más caro, aproximadamente. Céntimo sanitario Otra cuestión que probablemente habrá tenido en cuenta el Ministerio de Industria a la hora de descartar el golpe a las petroleras, es el hecho de que los combustibles de automoción ya se ven gravados por el llamado 'céntimo sanitario'. De momento, siete de las comunidades autónomas: Andalucía, Valencia, Cataluña, Castilla La Mancha, Castilla y León, Cantabria y Baleares, han ido aprobando a lo largo de este año aumentos en el tramo autonómico del mismo, lo que se traduce en un impacto en el precio medio español de unos dos céntimos de euro por litro, según Ep. Además, al aumento de los impuestos especiales de la gasolina y del gasóleo aplicado en junio de 2009 de 2,9 céntimos de euro/litro, hay que añadirle el IVA, que subió del 16 por ciento al 18 por ciento el 1 de julio de 2010. Con el Gobierno pasando la 'patata caliente' a la industria gasista, es probable que el consumidor sea el gran damnificado de la reforma energética, ya que posiblemente las empresas del sector, teniendo en cuenta la debilidad de la demanda, dejen caer el recargo sobre el usuario final. Sin ir más lejos, el consumo total de gas natural en España descendió un 7 por ciento en 2011, si bien la demanda del mercado convencional (mercados doméstico-comercial e industrial) retrocedió en conjunto el 0,8 por ciento. La llegada del 'céntimo verde' encarecería así la factura de gas, que subió de media el pasado mes de julio un 2,26 por ciento tras el aumento del 4,1 por ciento en abril. Con los nuevos impuestos, la tarifa del gas para un consumo de una familia de cuatro miembros (60 metros cúbicos) se puede llegar a incrementar hasta 20 euros al año. Con todo, la tarifa para un consumidor medio aumentará en torno a un 2,5 por ciento, pero el gran impacto será para la gran industria, ya que asumirán una subida de los peajes del orden del 6 por ciento, lo que supone 600 millones en la recaudación que pretende el Gobierno.