La filial española del grupo alemán abre en China y quiere crecer más en EEUUAlter Technology, la empresa especializada en certificar componentes electrónicos de alta fiabilidad para el sector espacio, creada en 1993 en Sevilla con el nombre de Tecnológica, y que en 2007 integró a tres empresas de Reino Unido, Italia y Francia para crear ATG, tiene desde hace un año un nuevo propietario, la alemana Tüv Nord, que tiene ambiciosos planes de crecimiento para la firma. Tras la salida de Fernando Franco, su director general y fundador, como consecuencia de la adquisición por Tüv, ha sido uno de sus hombres de confianza y directivo de larga trayectoria en la empresa, Luis Pedro Gómez, quien lidera como consejero delegado la nueva AT Tüv Nord, que emplea a 200 personas en seis países, de las que algo más de cien están en la sede central del parque tecnológico Cartuja de Sevilla. Esta empresa es prácticamente la única que, en Andalucía, opera en el sector espacio, segmento de negocio en el que la comunidad ambiciona crecer sin haber logrado hasta ahora éxito en ello. "Nuestros nuevos propietarios decidieron entrar en el sector aeroespacial y quieren que AT lidere esta nueva línea de negocio, tanto reforzando nuestra especialización en componentes para satélites como diversificando hacia aeronáutica", señala el directivo. "El crecimiento será por una doble vía: orgánico, y también mediante compras. Tüv tiene unos doscientos millones de euros para acometer adquisiciones, muy medidas y justificadas, eso sí, y en la parte aeroespacial miramos sobre todo a países emergentes". Países y cifras La compañía acaba de abrir oficina en China, quiere crecer en EEUU y planea entrar a corto plazo en Rusia. En Brasil va a dar pasos mediante una alianza con la también filial Tüv Nord Brasil, mientras que India es el otro mercado atractivo que se estudia cómo abordar. Todo ello para que la compañía, que cerró 2011 con ingresos de 47,5 millones, cifra que llegará este año en torno a 50, pueda duplicarse en el horizonte 2015, hasta los cien millones. "Nuestra ambición es la de aportar al conjunto de nuestra empresa en torno al diez por ciento de los ingresos. Y Tüv, en conjunto, quiere alcanzar ingresos de 1.500 millones en 2015, así que el reto es grande", asegura Gómez. AT, que trabaja para constructores de satélites como Astrium, Thales, OHB o la estadounidense Orbital, además de para empresas especializadas en equipos embarcados, ha logrado, desde que está controlada por el grupo alemán, "transmitir aún más confianza a sus clientes", asegura su primer directivo ante la pregunta de cómo se observa desde Alemania a una filial española en la actual coyuntura. Más allá del momento, Gómez explica claramente la oportunidad que existe en el sector aeroespacial. "Es un sector que crece y mueve en torno a 300.000 millones de dólares al año. Nosotros trabajamos en una de sus cuatro patas, la de los satélites, que se suma a la de los equipos de tierra, las lanzaderas y los servicios que ofrecen esos satálites una vez en órbita. Dentro de los satélites, los componentes electrónicos de alta fiabilidad representan entre el 15 y el 20 por ciento del coste, y son un elemento crítico en la capacidad tecnológica" de los mismos. "Además, en un sector cuya existencia como oportunidad comercial es de hace sólo medio siglo, una empresa como AT que, incluyendo a todas las empresas que la componen, suma 25 años de actividad en él, pues es un activo muy valioso para una empresa como Tüv". Acelerador en Huelva ¿Perderá entonces la nueva AT su ligazón con Andalucía? El consejero delegado es tajante en este tema: "En absoluto, la cabecera de nuestros negocios está en Sevilla y seguiremos liderando la empresa desde aquí. Nuestras mayores inversiones en tecnología se hacen aquí y queremos que siga siendo así de manera recurrente". Además, AT lidera un equipo de empresas y universidades que está construyendo en el Parque Científico y Tecnológico de Aljaraque (Huelva) un acelerador de partículos con un presupuesto de 25 millones. En él, la firma podrá hacer ensayos para reproducir las condiciones de radiación que los componentes electrónicos con los que trabaja van a sufrir en el espacio exterior. Gómez se muestra especialmente ilusionado con este proycto, financiado por el programa Innterconecta del Ministerio de Economía.