La filial española de France Télécom mantiene su ritmo de crecimiento de ingresos y rentabilidad, marcando distancias con sus principales competidores, como Movistar y Vodafone, aquejados por severas caídas en sus negocios. En concreto, Orange España facturó durante el primer semestre del año un total de 1.988 millones de euros, un 2,4 por ciento más que el año anterior (un 4,8 por ciento excluyendo impactos regulatorios), continuando la tendencia de crecimiento en ingresos mantenida por la compañía durante el último año y medio. Orange también mejora su rentabilidad, logrando hasta junio un ebitda de 455 millones de euros, un 19,4 por ciento más que el mismo periodo del año anterior. El margen de ebitda en este periodo ha alcanzado el 22,9 por ciento. Orange ha conseguido cerrar el primer semestre del año con más de 13 millones de clientes, de los cuales 11,7 millones son de telefonía móvil y 1,3 millones de banda ancha. Los ingresos de la unidad de negocio móvil ascendieron a 1.618 millones, un 1 por ciento más, mientras que el negociado de telefonía fija facturó 371 millones, un 9,1 por ciento más que el año anterior.