El Mede aumentaría así su poder para captar deuda sin comprometer a DraghiTras diez días en constante ascenso, la prima de riesgo española se relajó ayer por primera vez después de que el representante austriaco en el Banco Central Europeo, Ewald Nowotny, barajara la posibilidad de otorgar al Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) una "licencia bancaria". La noticia, difundida por Bloomberg TV, tenía un efecto inmediato en el mercado secundario de deuda soberana europea: si a primera hora del día en España volvía a superarse el récord alcanzando los 650 puntos básicos, la aprobación formal del rescate financiero y las declaraciones del miembro del BCE permitían que el diferencial cayeran hasta los 610 puntos básicos. En la entrevista, Nowotny echaba a España un jarro de agua fría por un lado, al asegurar que la entidad emisora no planea comprar más deuda a corto plazo porque, en su opinión, el organismo debería esperar a ver cómo se desarrolla el rescate al sector bancario español antes de actuar. Pero por otro lado, abría una puerta de esperanza a medio plazo al decir que el futuro fondo de rescate permanente debería tener "licencia bancaria" para tener acceso a préstamos del BCE y aumentar su capacidad de fuego. Aunque reconoció que el debate específico sobre esta posibilidad no se ha desencadenado aún, sus palabras sonaban a espaldarazo esperanzador a la declaración que, a comienzos de la semana, hizo el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, sobre la necesidad de usar los fondos de rescate europeos "de manera flexible y eficiente con objeto de estabilizar los mercados", por ejemplo, comprando bonos soberanos periféricos. Con una licencia bancaria, el fondo de rescate podría ser un verdadero cortafuegos que podría comprar deuda en el mercado, sin dejar en evidencia al BCE, que siempre tendría una capacidad de controlar las actividades del banco Mede. Según las declaraciones de Nowotny, si el Mede recibe una licencia bancaria obtendría acceso al crédito del BCE, lo que, a su vez, aumentaría su capacidad y erradicaría las dudas sobre si los 500.000 millones de euros de que dispone serán suficientes en caso de que países como España o Italia necesiten ayuda. El Gobierno de España, hasta ahora, ha reclamado la intervención de Fráncfort por ser la única posibilidad inmediata para lograr evitar el rescate total ante los elevados costes de financiación en el mercado que está sufriendo. Pero la puerta abierta por Nowotny alumbra un camino que ahora será explorado por los Estados miembros, en especial, por Alemania y Finlandia, ya que son los más reticentes a sobrecargar los balances de la entidad emisora de deuda soberana de países con problemas. Para Nowotny el debate no se limita al ámbito de la política monetaria, sino que "esto se enmarca en una discusión más amplia", aunque no quiso dar más detalles. Sobre toda esta cuestión el presidente del BCE, Mario Draghi, todavía no se ha pronunciado, pero igual que se ha mostrado tozudamente reticente a reanudar las compras de deuda como en el año 2011, también es cierto que en diferentes ocasiones se ha mostrado favorable a que los Estados miembros pisen el acelerador sobre el uso de toda la batería de armas a favor de la estabilidad financiera que se ha puesto en marcha en los últimos dos años. El miembro del Banco Central Austriaco agregó que el hecho de que se haya retrasado el plazo inicial para la puesta en marcha del Mede, que era a primero de julio, es una "debilidad que debe superarse". Y es que el Mede está todavía pendiente de la ratificación del tratado por parte del 90 por ciento de los parlamentos nacionales de la zona euro y del dictamen del tribunal constitucional germano sobre su conformidad con la Constitución. El interés por la entrada en vigor de este fondo, que sustituirá a la Facilidad europea de Estabilidad Financiera (FEEF) es de la máxima prioridad para España no sólo por la nueva posibilidad de darle licencia bancaria, sino porque una vez que empiece a funcionar el crédito bancario le será transferido sin que por ello adquiera rango de acreedor privilegiado frente a los demás acreedores en caso de impago, dando así mayor seguridad y confianza en la economía española.