Considera que fue un error el cese de Rato y niega presiones para la creación de BFA-Bankia en 2010El exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quería dar explicaciones sobre la crisis financiera para intentar saldar las cuentas pendientes con el PP y el Gobierno de Mariano Rajoy, que en los últimos meses le ha culpado de los desastres de nuestro país por su labor al frente de la institución. Ayer tuvo la oportunidad en el Congreso de los Diputados y no la desperdició. En sus palabras no hubo nada de autocrítica sobre su gestión al frente del supervisor, sino todo lo contrario, y muchos ataques al PP y al actual Gobierno de Mariano Rajoy. Ordóñez hizo un repaso sobre la evolución del sector bancario y respondió a una infinidad de preguntas de los diputados de la subcomisión de Economía. A su juicio la causa de la crisis se debió a la burbuja inmobiliaria de la "exuberancia irracional" que se gestó en las dos legislaturas del PP y la primera de los socialistas, pero en su comparecencia hizo énfasis sobre la primera etapa. Incluso llegó a atacar a su antecesor en el cargo, propuesto por los populares, Jaime Caruana, por haber relajado las provisiones y haber incentivado el boom del ladrillo. Y en un momento salió en defensa del expresidente, José Luis Rodríguez Zapatero. Sus críticas no llegaron ahí, ya que responsabilizó de la situación actual, en la que España ha tenido que pedir el rescate para la banca por hasta 100.000 millones y podría verse obligado a solicitar el rescate total, al Gobierno de Rajoy por distintas cuestiones: la pérdida de confianza tras haber arremetido contra la politización y gestión del Banco de España en la última etapa, por la falta de consenso en las decisiones sobre el sistema financiero, y por la caída de Bankia y la salida de Rodrigo Rato en mayo. Sobre este último destacó que fue "un error" su cese, pero no enfatizó que se le debería haber apartado de las funciones ejecutivas. Mientras no dejaba de lanzar dardos contra el PP, defendía la labor llevada a cabo por el organismo supervisor bajo su presidencia. "Soy contrario a la autocrítica, práctica de la inquisición y de algunos partidos de extrema izquierda". "Yo prefiero que me juzguen otros, que no estén politizados, como el FMI", indicó el exgobernador. Con vistas al futuro defendió la búsqueda de consensos, que en los últimos meses se perdieron, y rechazó que haya "chivos expiatorios" sobre la crisis. "Cuando se hizo caso al Banco de España las cosas han ido mejor", hizo hincapié al final de sus explicaciones. En las casi tres horas en la que estuvo en la sala Ernest Lluc del Congreso, estos fueron los mensajes más relevantes de su comparecencia: Como Grecia y Portugal, y peor que la rescatada Irlanda Ordóñez señaló que España se encuentra en el grupo de los tres peores país por su elevado riesgo, junto a Grecia y Portugal. "Ahora estamos no sólo peor que Italia, sino peor que la propia Irlanda, un país rescatado". De esta situación insinuó que es exclusiva del actual Gobierno, ya que aseguró que en diciembre, momento en que el PP toma las riendas del Ejecutivo, la prima de riesgo estaba entre las dos mejores -junto a Bélgica- de los seis estados que estaban bajo sospecha. Defendió que las medidas adoptadas en 2011 permitieron que hubiera dudas sobre la economía, pero mantuvieron "alejada la amenaza de rescate en unos niveles alejados. Acto seguido, sostuvo que esta situación ha cambiado "desgraciadamente" a partir de diciembre, cuando se inició "un proceso de hundimiento de la confianza" hasta un punto "inimaginable hace siete meses". Ataques dañinos frente a la "ridiculez" de Zapatero Según las consideraciones que hizo Ordóñez este hundimiento de la confianza se debe a los ataques "dañinos" lanzados por el PP y el Gobierno. "Es peor que digamos que todo se ha hecho mal", en referencia a las críticas que a lo largo de este año han vertido desde el Gobierno sobre el estado real de la banca española. En la etapa anterior, indicó, Zapatero decía que teníamos el mejor sistema, algo que era "ridículo", pero no dañino. Sobre este asunto de la desconfianza de los mercados, el exgobernador recordó a su amigo Ernest Lluc, que decía: "El ruido ahuyenta el dinero". La gestión de Bankia En este ruido se enmarca la nacionalización de BFA-Bankia y la dimisión forzada de Rodrigo Rato. El exgobernador se mostró en contra de el cese de expresidente de esta entidad, porque supone "perder una figura de prestigio internacional". "Ha sido un error", sentenció Ordóñez. El exmáximo responsable del Banco de España que, en un principio se mostró reacio a hacer valoraciones sobre esta cuestión, manifestó que su intención y deseo es haber mantenido a Rato en la presidencia sin funciones ejecutivas, en las que habría colocado a otro, como a José Ignacio Goirigolzarri. "Había una lista que encabezaba el directivo vasco", añadió. El plan de Bankia, que fue aprobado con condiciones, preveía las menores ayudas posibles. Del desfase actual pidió que se preguntara al actual Ministerio de Economía y al nuevo equipo gestor. Negó presiones para que se forjara el grupo hace dos años.