Los gestores presentarán en marzo el plan estratégico que no prevé una fusión con la aerolínea participada por Iberia barcelona. Las cuentas del año pasado de la aerolínea Vueling siguen en rojo y sin remontar el vuelo. A pesar de que los directivos fundadores ya no forman parte del equipo gestor y los accionistas esperan resultados para confiar en la recuperación. Los gestores fundadores dejaron la aerolínea en la segunda mitad del ejercicio 2007, pero su gestión sigue lastrando las cuentas de la compañía que ahora controla Inversiones Hemisferio, la sociedad patrimonial de la familia de José Manuel Lara, con el 26,4 por ciento del capital. Lara forzó en noviembre del año pasado la dimisión del entonces consejero delegado y fundador, Carlos Muñoz (que sigue en el consejo), a cambio de que el ex presidente del PP, Josep Piqué, y el ex primer directivo de Spanair, Laars Nygard (actual consejero delegado de Vueling) diseñaran un nuevo plan estratégico que fuera efectivo a partir de 2008. Dicho plan, que según aseguraron ayer fuentes de Vueling se ha realizado sin contemplar una fusión con Clickair, la competidora de bajo coste participada por Iberia-, se conocerá a mediados de marzo. Mientras, los resultados de 2007 reflejan una aerolínea que quiere crecer, pero está lastrada por el aumento de precios del petróleo y la competencia de las tarifas baratas impuestas por el sector para atraer usuarios del bajo coste. Estos dos conceptos, junto con el aumento de gastos en 4 millones para relevar el Consejo de Administración a petición de Inversiones Hemisferio, han provocado que la aerolínea multiplique por seis sus pérdidas y pase de perder 10 millones en 2006 a 63,23 millones el año pasado. El aumento del precio del carburante -que ha sobrepasado la barrera de los 100 dólares por barril- ha supuesto un coste adicional de 10 millones de euros en las cuentas. La aerolínea de bajo coste presidida por Piqué ya no puede confiar sólo en competir con tarifas baratas. Entre otras medidas para retomar el vuelo a partir de este año, la compañía seguirá vendiendo en Internet, pero también a través de agencias de viajes para captar viajeros de negocios. Caída de tarifas El descenso en los resultados se justifica por la caída de las tarifas por pasajero en un 21 por ciento y a un aumento del precio del fuel como porcentaje sobre ventas de 6 puntos porcentuales. La compañía, que salió a bolsa en diciembre de 2006, ya advirtió el verano pasado que no iba a lograr su objetivo de alcanzar el umbral de la rentabilidad en 2007 y ahora tampoco se atreve a prever que será rentable ni en 2009. A pesar de aumentar su ocupación un 77,2 por ciento hasta los 6,22 millones de personas, las ganancias por pasajero se han visto reducidas un 13,17 por ciento por la mencionada reducción de tarifas forzada. El resultado de explotación antes de alquileres y amortizaciones de aviones (ebitdar) para el año también fue negativo por importe de 5,1 millones de euros. La compañía ha precisado que este dato se sitúa en la parte baja del rango indicado el 1 de octubre, en que se indicaba un peor resultado negativo de hasta 10 millones de euros. En cuanto a los ingresos, éstos han aumentado un 54 por ciento, hasta 362,67 millones. La compañía remarca que "se reforzará en sus mercados principales, aunque a costa de incurrir en pérdidas muy significativas en un contexto de máximos históricos en precios del petróleo y de tarifas bajas". Ante este escenario de altos precios del petróleo y de bajas tarifas por pasajero, la aerolínea mantendrá este año sus bases de Barcelona, Madrid, Valencia y Sevilla y su única base internacional: la del aeropuerto Charles de Gaulle de París sin precisar si son rentables. Vueling tiene 84,82 millones de caja, el 23 por ciento de sus beneficios, por encima del 15 por ciento que indica la salud financiera del sector. La acción cerró ayer a 8,44 euros, una leve subida del 0,24 por ciento. s Más información relacionada con este tema en www.eleconomista.es