La cadena elimina 600 puestos de trabajo dentro de su plan de reducción de gastosnueva york. La cadena de cafeterías más grande del mundo ha visto como su rentable negocio se estanca a este lado del Atlántico, donde Starbucks cuenta con un establecimiento en cada esquina. Después de varios cambios directivos y su intención de cerrar tiendas en Estados Unidos, parece que la compañía ha tenido que meter la tijera en su plantilla laboral y ha optado por la solución más sencilla, eliminar casi 600 puestos de trabajo. La reducción del gasto de los consumidores ha hecho mella entre las cafeterías de Starbucks, donde el café se vende a precio de oro, mientras la compañía tiene que lidiar con el incremento del coste de materias primas, como la leche. Además, las desorbitadas facturas laborales de sus cerca de 170.000 empleados se han convertido en un escollo que no permite a la empresa salir del atolladero. Sin embargo, la oleada de despidos, la mayor parte de ellos en los departamentos de marketing, diseño y finanzas, ha sido un prueba fehaciente del empeño de Starbucks por seguir reinando el feudo de las cafeterías y seguir sentando cátedra en este sector. Para el analista de UBS, David Palmer, este es un paso evidente de la compañía para recortar gastos y eliminar cierta burocracia.