Una filial investigó las operaciones de Kerviel cuatro meses antes del escándaloparís. Société Génerale y Banque Postale estudian una fusión, y sus discusiones comenzaron antes de que el primero anunciara pérdidas multimillonarias atribuyéndolas a uno de sus operadores, según una información publicada ayer por el diario Les Echos, noticia que ninguno de los dos bancos franceses ha comentado. Ventajas para ambos Banque Postale, un banco público filial de los Correos franceses, aportaría capitales al matrimonio a cambio de acciones de la Société Générale. La operación supondría sin duda ventajas para ambos: Banque Postale podría independizarse un poco de la tutela del Estado y desarrollar su oferta de productos financieros y, por otro lado, Société Générale reforzaría su capital y ampliaría su red de distribución, con las 17.000 oficinas bancarias existentes en estafetas de correos. Las dos entidades tienen ya en común una filial de banca electrónica y barajan actualmente una colaboración en créditos al consumo. Pero una unión en toda regla no contaría con la bendición del Elíseo, que se muestra opuesto a privatizar una parte del capital de Banque Postale, ni con la del Tesoro, partidario de una operación con la casa madre, La Poste. La operación supondría, además, una especie de nacionalización parcial de Société Générale, lo que tampoco entusiasma a sus dirigentes. Por otra parte, el Financial Times revelaba ayer que una filial de Société Générale, Fimat, empezó a investigar las operaciones efectuadas por uno de sus corredores en nombre de Jérôme Kerviel, cuatro meses antes de que el banco francés le atribuyera pérdidas de 4.900 millones de euros. Se trata del mismo corredor que fue interrogado a principios de febrero y quedó luego en libertad sin cargos. El diario económico británico asegura que lo que llamó la atención de Fimat, en septiembre pasado, fue el elevado importe de las operaciones que transitaban por su corredor, así como las comisiones que recibió éste en al menos cuatro ocasiones. Al parecer, la investigación no fue concluyente, pues tanto el corredor como Kerviel seguían en sus puestos a finales de enero, cuando saltó el escándalo. El periódico precisa que las transacciones investigadas por Fimat no se realizaban en los mismos mercados donde Kerviel desencadenó las pérdidas que han desestabilizado al banco.