La mayoría de fondos especializados en compañías de alta retribución han visto tambalearse su barca por el fuerte peso que tiene en sus carteras el sector financiero, uno de los más castigados durante la crisis. Por Vicente Varó e Isabel GilCuando se habla de los fondos especializados en dividendo, se les suele considerar un buen colchón en las malas épocas. Es decir, un parche para evitar que las carteras naufraguen. Sin embargo, muchos productos de este estilo están sufriendo graves recortes en los últimos meses. Incluso podría decirse que en vez de taparlo han contribuido a agrandar el agujero de pérdidas en la barca de los inversores. ¿Cómo es posible? En buena parte, porque los valores financieros tenían un alto peso en muchas carteras. "En estos productos es muy difícil quedarse fuera de la composición de los índices bursátiles", reconoce Antonio Banda, director de Inversiones de Bankinter Gestión de Activos. Y los indicadores están muy cargados de bancos y aseguradoras. Pero es que había fondos todavía más repletos de estos títulos, como es el caso del más castigado de la categoría en los últimos meses: el Dux Dividendo, cuyo peso en el sector se disparaba por encima del 40 por ciento al cierre del tercer trimestre y del 50 por ciento en junio, antes de que estallara la crisis de las hipotecas de alto riesgo. Este producto de la gestora independiente Dux Inversores registra un recorte del 15,2 por ciento en 2008 y del 17 por ciento a un año. Otro caso ilustrativo es el Santander Dividendo Europa. El mayor fondo por patrimonio de los especializados en altas retribuciones tenía a cierre de junio, antes de que estallara la crisis, el 20 por ciento de la cartera en este zarandeado sector. Este producto no se ha salvado del batacazo de los fondos dividendo en los últimos seis meses, con un descenso cercano al 11 por ciento desde máximos del año pasado. Estas caídas han llevado a muchos ahorradores a salir del producto, lo que ha hundido los activos gestionados un 70 por ciento: desde el récord de 2.300 millones de euros que alcanzó en junio hasta los 700 millones de euros que el producto tiene ahora, según los datos de Bloomberg. Y más de dos tercios de esta reducción ha venido por retiradas de dinero de los ahorradores. Sólo en enero hubo unos reembolsos netos superiores a 400 millones de euros. Y no es de extrañar, ya que este inicio de año ha sido muy negativo para el fondo, con un retroceso del 11 por ciento en lo que va de 2008. Los gestores debieron pensar a finales de 2007 que lo peor había pasado ya para las entidades financieras con las caídas vistas hasta entonces. Al menos, eso se deduce de sus posiciones en cartera. No sólo se redujo a cero las inversiones en renta fija, frente al 33 por ciento que tenían de colchón en septiembre, sino que aumentaron severamente el peso en bancos y aseguradoras hasta el 33,6 por ciento. Nicolas Simar, gestor del fondo ING Euro High Dividend, cree que los valores financieros acabarán aportando más que restando: "Tenemos mucha confianza en las empresas del sector que tenemos en cartera". De hecho, este fondo incluso ha aumentado recientemente la exposición a valores como el español Santander. Más eléctricas y telecos Otros fondos han seguido la estrategia opuesta. Es el caso del BK Dividendo, cuyos gestores se han pasado los últimos seis meses reduciendo a la mitad su exposición al sector financiero, "ya que estábamos muy largos en este mercado", apunta Antonio Banda, de Bankinter Gestión de Activos. Eso, sí la cartera todavía mantiene presencia en los grandes bancos a través de participaciones en HSBC, Unicredito, Banco Santander o BBVA, entre otros. Esta táctica de soltar lastre financiero, sin embargo, tampoco les está permitiendo caer mucho menos que los fondos del sector. El BK Dividendo sufre un recorte del 11,07 por ciento desde que empezó el año. Pese a que esta clase de fondos también ha sufrido las salidas de dinero en los últimos meses y las minusvalías, Banda cree que su marcado carácter prudente les convierte en una opción adecuada para momentos de crisis: "Cuando la bolsa sube, los dividendo se quedan más cortos, mientras que cuando un índice baja, éstos descienden menos". Banda tiene claro que las rentabilidades este año llegarán a BK Dividendo a través de las eléctricas y telecomunicaciones, algo que hace cinco años "era impensable", ya que el pinchazo de la burbuja tecnológica convirtió a este último sector en la oveja negra de, entre otros, los fondos dividendo. Dentro de las eléctricas se ha centrado en compañías españolas, alemanas e inglesas, mientras que en compañías de telecomunicaciones apuesta por nombre propios como Telefónica o Deutsche Telekom. Simar, de ING IM, también se muestra optimista con los productos de este estilo: "Los datos a largo plazo demuestran que estas estrategias tienden a hacerlo peor en la fase final del ciclo. Si estamos entrando en una recesión, como en EEUU parece, empezará a comportarse mejor que los valores estilo crecimiento".