El órgano puede recomendar que las aerolíneas mantengan separadas sus marcas varios añosSe prevé que exija al líder aéreo español que no entre en el Consejo de la filial del grupo SASmadrid. Iberia y Gestair no tendrán nada fácil recibir la bendición de la Comisión Nacional de la Competencia si acaban comprando Spanair. Aunque la compañía presidida por Jesús Macarrón lidere la operación para evitar problemas de concentración, "el organismo público pondrá duras condiciones a la aerolínea de bandera", según aseguran fuentes cercanas al ente que vela por la libre competencia. Y es que en su análisis de la operación, la Comisión tendrá en cuenta que se trata de una absorción tras la cual el mercado español pasará de tener tres a dos aerolíneas tradicionales dominantes (la otra compañía aérea de estas características es Air Europa), con lo que todo ello supone de perjuicio para los pasajeros que viajan en sus rutas. "Si la compra de produce, el órgano puede recomendar que ambas aerolíneas -Spanair e Iberia- mantengan separadas sus marcas durante un periodo de tiempo y que exploten individualmente sus negocios. Paralelamente, podría pedir que la aerolínea presidida por Fernando Conte no tuviera ningún miembro en el Consejo de Administración de la filial del grupo SAS", añaden las mismas fuentes. Con estas dos duras medidas, Competencia evitaría así posibles conductas prohibidas. Una de ellas podría ser la fijación de precios entre ambas aerolíneas y más teniendo en cuenta que ahora mismo hay corredores de vuelos domésticos en los que compiten las dos en precios y horarios. Eliminar una de las dos compañías aéreas sería poner en bandeja a la otra la posibilidad de controlar el mercado y ejercer un abuso de posición dominante. Desde que se dio a conocer el interés de Iberia y Gestair por Spanair se ha querido equiparar esta operación a la que ya se hizo en su día con la creación de Clickair. La aerolínea de bajo coste con sede en el aeropuerto de El Prat está participada por cinco socios, uno de ellos Iberia, y cada uno tiene el 20 por ciento de la empresa. La primera aerolínea española hizo una mayor aportación de capital para asegurarse mayores derechos políticos y tener la posibilidad de controlar el 80 por ciento de Clickair en un futuro. La operación de compra de Spanair puede ser parecida en su estructura. Gestair tendría mayor peso accionarial, entre el 60 y el 80 por ciento, aunque Iberia se aseguraría el control de la gestión. El problema es que son dos operaciones totalmente diferentes porque no es lo mismo crear una aerolínea de cero y entrar en un mercado tan competitivo como el de las low cost -donde ya estaban Vueling, easyJet y Ryanair- que querer adquirir una competidora que controla la tercera parte del mercado aéreo tradicional en España. La Generalitat de Cataluña ya ha avisado de que si Iberia y Gestair son las ganadoras del concurso de venta de Spanair se personará ante la Comisión Nacional de la Competencia para preservar la competitividad del aeropuerto de El Prat. Incluso José Montilla, su presidente, ha pedido la reasignación de slots y de espacios. Es una gran incógnita que puede ocurrir con las rutas duplicadas en un sector tan delicado como el transporte aéreo. Los expertos no creen que la Comisión Nacional de la Competencia recomiende eliminar rutas a Iberia si acaba comprando Spanair porque se perjudicaría al pasajero. Sería más factible la fórmula de mantener las marcas separadas y con una gestión independiente de Spanair sin participación directa de Iberia. Otra alternativa es traspasarlas a los operadores que las quieran explotar pero el cambio habría que hacerlo de manera rápida para que no afectara al cliente. Fuentes de la aerolínea consultadas por este periódico nos remiten a las declaraciones realizadas por Fernando Conte, presidente del grupo, durante la presentación de resultados de la pasada semana. Cuando era preguntado por posibles problemas de Competencia, Conte contestaba que hay otras aerolíneas predominantes en otros países con mucha mayor concentración de negocio. Iberia controla el 35 por ciento del mercado y si compra Spanair alcanzaría el 60 por ciento de las rutas y el 80 por ciento del Puente Aéreo. En otros países europeos como Francia, Air France controla el 90 por ciento, o como Portugal, donde TAP tiene un predominio casi absoluto. Si se confirman estas condiciones, no sería la primera vez que la Comisión Nacional de la Competencia (antes dividida en Servicio y Tribunal de Defensa de la Competencia) lo hace. En varios casos de fusiones de bancos como el del BBV y Argentaria o el del Banco Santander con Central Hispano, Competencia condicionaba la operación a que el grupo empresarial "no formará parte de más de un Consejo de Administración de las empresas participadas de forma significativa y competidoras entre sí", recuerda Javier Huerta, socio del despacho Huerta & Solana, especializado en competencia. Pese a las duras condiciones a Iberia le seguiría interesando Spanair porque, entre otras razones, elimina un competidor del mercado y obliga a Marsans a destinar parte de su nueva flota a vuelos para llenar sus rutas internacionales.