Subir IVA y Seguridad Social, recetas del Tribunal de Cuentas hasta 2013El Gobierno francés deberá meter la tijera al empleo público y aplicar duras medidas de ajuste, además de subir el IVA y la aportación a la Seguridad Social -al menos de forma temporal-, si quiere cumplir su compromiso de rebajar el déficit al 4,5 por ciento este año y al 3 por ciento en 2013. En paralelo, el Ejecutivo francés tendrá que ahorrar 10.000 millones de euros extras este año y otros 33.000 millones en 2013, para que sus cuentas públicas cuadren. En total, y tirando por lo bajo, la Francia del presidente socialista François Hollande necesita ajustarse el cinturón en al menos 43.000 millones de euros en el plazo de dos años. Así lo detalló ayer Didier Migaud, dirigente del Tribunal de Cuentas galo, al explicar las principales conclusiones de la auditoría que ha realizado la institución por encargo del primer ministro, Jean-Marc Ayrault, y que formaba parte del compromiso electoral de Hollande. En palabras de Migaud, el ejercicio de 2013 será "crucial" y "decisivo" para las finanzas públicas, habida cuenta de que, según se explica en el informe, la deuda externa será del 90 por ciento a fin de año. Todo ello, en un escenario para el que el Tribunal de Cuentas vaticina que habrá 3.000 millones de euros menos por el menor crecimiento económico, junto a menores ingresos fiscales. De ahí que plantee nuevas tasas junto al alza del IVA. En la actualidad, el IVA más extendido en Francia es del 19,6 por ciento, que Nicolas Sarkozy pretendía elevar al 21,2 por ciento. El ahora presidente francés, el socialista François Hollande, se opuso a subir el IVA durante toda su campaña electoral. Moscovici baja el dato del PIB Las cosas en Francia no irán mucho mejor para el Producto Interior Bruto (PIB), que la auditoría del Tribunal de Cuentas cifra en el 0,4 por ciento para este año y en el 1 por ciento en 2013. Ambas cifras, peores incluso que las que también ayer adelantó el Gobierno, en concreto, el ministro francés de Economía, Pierre Moscovici. En una entrevista publicada por el diario Le Figaro, el titular de la cartera económica francesa daba por buena la rebaja al 0,4 por ciento del PIB para este año, publicada por el Instituto Nacional de Estadística (Insee). Y, en un alarde de sinceridad, añadió que, sobre 2013, "todo el mundo sabe" que Francia no llegará al 1,7 por ciento estimado, para acabar agregando que sería más creíble "fijar la progresión del PIB sobre una horquilla entre el 1 por ciento y el 1,3 por ciento". El responsable económico avanzó que Francia ya se ha gastado este año 1.500 millones no financiados, aunque puntualizó que eso no impedirá reducir el déficit. En la misma línea se pronunció, nada más conocerse el informe, el primer ministro galo, Jean-Marc Ayrault, quien aseguró que la auditoría del Tribunal de Cuentas venía a "confirmar los análisis realizados durante la campaña electoral" y que, por tanto, validaba las medidas que su Gobierno se dispone a presentar al Parlamento. Aunque no se pronunció sobre las recomendaciones de subidas impositivas, Ayrault recordó que la herencia de Sarkozy obligará a hacer "esfuerzos importantes para evitar que el paro siga aumentando".