Uno de los proyectos que ambas podrían gestionar es Autoroutes Paris-Rhin-Rhônebarcelona. La concesionaria de infraestructuras y obras públicas francesa Eiffage, cuyo principal accionista es la constructora española Sacyr Vallehermoso, está dispuesta a llegar a acuerdos puntuales con la española. La intención de la constructora francesa que preside Jean-François Roverato es poner punto y final a la crisis abierta en los últimos meses después de que Sacyr, como primer accionista, intentara sin éxito tener voz en el consejo de administración de la francesa. Según confirmaron a este diario fuentes próximas al grupo francés, la voluntad de Eiffage de crear un grupo de directivos compartido con Sacyr para establecer "proyectos de cooperación" deja la vía abierta de la "paz" con su primer accionista, la española que preside Luis del Rivero. Su interés principal para futuros negocios con la española Sacyr se centra en el segundo grupo galo de autopistas Autoroutes Paris-Rhin-Rhône, en el que Eiffage controla el 50 por ciento. En una entrevista concedida el pasado mes de mayo a elEconomista, el presidente de Eiffage Jean-François Roverato ya adelantó que la "única posibilidad de acercamiento con Sacyr sería a través de pactos puntuales para determinados proyectos que aportaran valor a Eiffage, pero sin fusión".En el denominado grupo de coordinación que han decidido constituir de mutuo acuerdo Sacyr Vallehermoso y Eiffage se debatirán las "posibles perspectivas, los eventuales proyectos de cooperación". En esta célula de seguimiento estarán los presidentes de Sacyr y la tercera constructora francesa y los directores financieros de cada una. El grupo se reunirá alternativamente a las sesiones del consejo de Eiffage, del que darán cuenta. Esto supone un gran avance en la estrategia de Sacyr desde que el resto de los principales accionistas, guiados por Roverato, logró vetar su entrada en el consejo en la junta del pasado 19 de abril. La constructora española se convirtió en abril en la primera accionista de Eiffage, con el 32 por ciento tras colocarse al borde del límite legal del 33 por ciento que le obligaría a lanzar una oferta de compra.