Eléctricas, televisiones, renovables, constructoras... estos son los sectores que pueden acusar un cambio de Gobierno el próximo 9 de marzo. Por Agustina BarbaresiCuando el poder cambia de manos, es habitual que el nuevo partido plantee un escenario social y económico con semejanzas, pero también con muchas diferencias, al que existió en la legislatura previa. Así, hay una serie de sectores que quedan expuestos a las diferentes decisiones que tomen los gobiernos en materia de legislación e impuestos, entre otros. Sin duda, nadie estará más pendiente del recuento el domingo 9 de marzo que las compañías de energía. Y no sólo por cómo puede afectar a una posible oferta de Electricité de France a Iberdrola (ver página 5). Lo cierto es que este sector es especialmente sensible a los cambios que pueda haber respecto a las tarifas que fija el Gobierno. De hecho, éste es uno de los principales temas que hay sobre la mesa de los candidatos, y mientras el PSOE anunció en 2007 su intención de aumentarlas, el número 2 del PP, Manuel Pizarro, considera que las retribuciones de las eléctricas son suficientes (ver página 26). Otro de los handicaps con el que cuentan las compañías de energía, especialmente las petroleras y las gasistas, es el apoyo que tanto PSOE como PP aseguran en sus programas que darán al desarrollo de energías renovables. Sin embargo, fuentes del mercado creen que "para el sector sería peor la llegada al poder del PP, porque Pizarro conoce muy bien el sector, y podría bajarles la retribución (en el caso de las eólicas, por ejemplo, de un 20 a un 12 por ciento). En cambio, el PSOE aplicaría políticas más continuistas". Con el ladrillo a cuestas Otro de los sectores más calientes o más susceptibles de sufrir alteraciones es el de la construcción, además del inmobiliario. Tanto los programas del PSOE como del PP insisten en la necesidad de fomentar la costrucción de viviendas de protección oficial, aunque es éste último el que hace mayor hincapié en el tema. El PSOE pretende destinar gran parte del suelo público a su construcción; 1.500.000 viviendas protegidas, de las cuales 600.000 serían para alquiler. Mientras las constructoras pueden tener problemas a la hora de hacerse con suelo que esté en manos de la administración pública, las inmobiliarias que tengan gran parte de su negocio destinado al alquiler de vivienda -como Testa o Metrovacesa- pueden beneficiarse de los planes de ambos candidatos de fomentar el arrendamiento. Además, el ladrillo podría beneficiarse de posibles planes de rescate que pueda plantear el nuevo Gobierno. Un sector que puede tener grandes beneficios independientemente de quien gane es el de concesiones e infraestructuras. En el actual contexto, en el que se cierne la desaceleración sobre la economía, es de esperar que se invierta en tecnología e infraestructuras para fomentar el crecimiento. De hecho, el PSOE pone cifras: espera "poner en servicio 1.500 kilómetros de nuevas autopistas y autovías". También puede sacar tajada de la nueva legislatura, sobre todo si gana el PP, Amper. La empresa tiene uno de los sistemas de control fronterizo más avanzados y efectivos del mundo, y ya se usa en parte del perímetro nacional. Y el partido de Mariano Rajoy ya ha dejado clara su intención de reforzar el control de las fronteras para tratar de frenar la inmigración ilegal. Otros sectores que también pueden tener dificultades en función del resultado de las elecciones son las telecos, los medios de comunicación y las empresas de juego y de bebidas alcohólicas.