Su presidente, Richard Wagoner, destaca que él será el responsable de llevar el diálogo con las otras compañíasnueva york. Finalmente, los doce miembros que componen la mesa directiva de General Motors cedían a la presión encabezada por el disidente inversor Kirk Kerkorian y daban luz verde a las conversaciones con Nissan y Renault, que podrían suponer un futuro común para este "trío de ases" en la industra automovilística.Aún así, la junta dejaba claro en un comunicado que apoyaba completamente la estrategia diseñada por su consejero delegado, Rick Wagoner, para poner en forma a la compañía en Estados Unidos. Con esta decisión y tras una conferencia telefónica se respaldaban las "conversaciones que exploren" una posible alianza entre las tres compañías. Una respuesta que se produce una semana después de que Kerkorian, el mayor accionista de la compañía, anunciara que Nissan y Renault, que ya cuentan con un acuerdo interno entre ambas, podrían estar interesadas en hacerse con un significativo porcentaje de la estadounidense. Wagoner dejaba claro que será él mismo el encargado de dirigir el diálogo junto a Carlos Ghosn, que según los especialistas podría poner en peligro el liderazgo del estadounidense, cuyo plan de cerrar una docena de plantas y cesar a más de 30.000 trabajadores para recuperar a GM de la sangría de pérdidas económicas no parece convencer ya a Kerkorian. El comunicado emitido ayer por la compañía y firmado por Wagoner admitía que "dada la complejidad de cualquier relación potencial entre las tres hay que considerar cuidadosamente todos los aspectos antes de alcanzar cualquier conclusión y estamos comprometidos a realizar una revisión objetiva de dicho potencial". Mucho se ha hablado sobre la presión que Kerkorian ejerce sobre Wagoner, al que ha puesto contra las cuerdas. Los que conocen al consejero delegado aseguran que Wagoner podría estar a la espera de apoyarse en una coalición de directivos e inversores que le blinde como líder de la compañía, mientras Ghosn parece haberse convertido en la mano derecha de Kerkorian, que posee el 9 por ciento de las participaciones de General Motors.