L as infraestructuras españolas de energías renovables triunfan en el mundo. Las empresas de nuestro país cuentan con una potencia eólica instalada fuera de España de 9.200 megavatios, según la Asociación de Energía Eólica. Y EEUU acumula el 40 por ciento del total. En cuanto a la fotovoltaica, casi la mitad de las empresas (el 41 por ciento) son activas en el extranjero, según el último informe de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (Asif) de 2011. En la actualidad, ya son diez las compañías españolas que cuentan con al menos una planta en el extranjero, con la actividad centrada en la producción de módulos y de seguidores. En este segmento, Norteamérica sigue siendo el mercado preferente por las fotovoltaicas españolas, con un 40 por ciento de las salidas. Pero el bloque más importante corresponde a las firmas energéticas españolas que han decidido instalar sus infraestructuras en el exterior, como Acciona, Iberdrola, Enel o Green Power. O Abengoa, que acaba de conseguir un nuevo contrato en EEUU para la construir su tercera planta solar en el país, ubicada en Imperial Valley, al sur de California. Los planes de energía verde del presidente de EEUU están resultando claves para empresas españolas como Abengoa. A principios de este mes de junio, el presidente Barack Obama, anunciaba la intención de su gobierno de destinar 2.000 millones de dólares a dos proyectos solares que se repartirán entre la compañía española Abengoa y la estadounidense Abound Solar Manufacturing. Entre ambas crearán 3.600 puestos de trabajo en la construcción y 1.500 empleos permanentes, según las previsiones del gobierno de EEUU. Se trata de dos de las mayores inversiones en energía limpia del Plan de Recuperación Económica puesto en marcha por Obama en 2009 para paliar la crisis económica, acelerados a raíz de la fuga de BP en el Golfo de México en 2010, un plan que está resultando clave para la compañía andaluza, que ya es líder en el desarrollo de infraestructuras energéticas renovables en EEUU, América Latina y Emiratos Árabes. La nueva planta fotovoltaica de Abengoa, que tendrá una potencia de 200 megavatios, será una de las más grandes de EEUU y del mundo, pero la importancia del proyecto va más allá del tamaño y la potencia: se trata un proyecto clave para la Administración Obama en el desarrollo de la región y específicamente en la creación de empleo, una de las líneas estratégicas que se ha marcado el gobierno de EEUU a través de la promoción de las fuentes de energía alternativa. Infraestructuras a gran escala Una vez completado el proyecto, la construida por Abengoa "será la primera gran planta solar de gran escala en EEUU que almacenará energía para su uso posterior, incluso en la noche", según declaraciones del presidente, que pone de ejemplo a la compañía española cuando se trata de generar empleos verdes. La nueva planta, cuyo contrato se estima en unos 288 millones de euros, se suma a los otros dos proyectos termosolares en EEUU, ambos con una potencia de 280 megavatios, que se encuentran en la actualidad en fase de construcción, una también en California, en el desierto de Mojave, y la segunda en Solana, en el estado de Arizona. Esta tercera planta de generación de energía a partir del sol permitirá un importante ahorro energético y de combustible, además de permitir reducir las emisiones de carbono a la atmósfera. Abengoa utiliza un innovador sistema de alta concentración que ofrece un aumento del 28 por ciento de eficacia respecto al sistema tradicional en este campo, una tecnología desarrollada íntegramente por la multinacional andaluza, que ofrece un rendimiento superior a un coste por kilovatio hora.