Bruselas reclamará poderes para enmendar los presupuestos nacionales de los países en apurosAl rojo vivo está el ambiente previo a la cumbre que los jefes de Estado o de Gobierno de los veintisiete países de la UE celebran en Bruselas este jueves y viernes. Mientras los eurócratas quieren obtener poderes para enmendar los presupuestos públicos de los países cuyas cuentas consideren insostenibles, la canciller Angela Merkel ha asegurado según Bloomberg que no habrá eurobonos mientras ella viva. La posición de Merkel y las propias propuestas de los eurócratas amenazan con defraudar por enésima vez las expectativas creadas alrededor de las cumbres europeas desde que hace dos años y medio explotara la crisis en Grecia y comenzara a extenderse por el resto de la zona euro. El documento con las principales propuestas reconoce que se trata de una hoja de ruta cuya aplicación se prolongará a lo largo de la próxima década, y no aporta fechas ni etapas intermedias concretas. Todo volverá a ser debatido en las cumbres de octubre y diciembre. No parece, en absoluto, que España o Italia hayan conseguido transmitir a sus socios el sentimiento de urgencia en el que viven. Respetar los límites Según el borrador del documento que alimentará los debates mañana y pasado de los dirigentes del Viejo Continente, el Eurogrupo (el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de los diecisiete países que comparten el euro como moneda única) obtendría poderes para exigir enmiendas en los presupuestos de los Estados que no respeten los límites impuestos por las normas de la UE al déficit y a la deuda pública. A largo plazo incluso se crearía un órgano presupuestario u oficina del Tesoro. El primer paso sería que el techo de gasto de los presupuestos nacionales y los niveles de deuda se pacten en el Eurogrupo. "La emisión de deuda por encima del nivel acordado tendrá que estar justificada y recibir autorización previa", reza el borrador. En una fase posterior, "la eurozona estaría en posición de pedir cambios en las dotaciones presupuestarias (nacionales) si vulneran las reglas presupuestarias", añade el documento. A cambio de esta nueva cesión de soberanía presupuestaria, el plan es que los países más solventes (sobre todo la todopoderosa Alemania), acepten emitir deuda conjunta, de manera que se rebajen los elevados intereses que países como España o Italia deben pagar para obtener financiación en el mercado. "A medio plazo, podría explorarse la emisión de deuda conjunta como un elemento de esa unión presupuestaria sujeto a progresos en la integración fiscal", señala el borrador. Los eurobonos sólo se introducirán cuando se haya creado un "marco sólido de disciplina presupuestaria" con el fin de evitar el "riesgo moral". El ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, explicó ayer en Santander, informa Fernando Tadeo, que la propuesta contempla la creación de un fondo estructurado con bonos ya emitidos por los Estados para liberar la carga actual de los países miembros. Éste sería pagado en veinte años y estaría formado por la deuda sobrante al límite del 60 por ciento PIB. De esta manera, todos los estados cumplirían el pacto de estabilidad. En un segundo paso, siguió el ministro, se constituirían los eurobonos en varias fases para la mutualización real de los riesgos y la responsabilidad de todos. Para ello, la idea es que existan dos tipos de emisiones de deuda. Una para aquellos países que cumplen con el límite del 60 por ciento, que obtendrían mejores condiciones para financiar sus economías, y otras para los que sobrepasan el tope, a los que se les recargarían unas tasas superiores. Unión bancaria Otra de las ideas sobre la mesa de la inminente cumbre europea es avanzar hacia una unión bancaria que incluya una supervisión centralizada de las entidades financieras, supervisión cuya última palabra recaería en el Banco Central Europeo (BCE). Una de las cuestiones por resolver es si tal supervisión se limitará a los grandes bancos que operan en varios países de la UE (como desea Alemania), o también afectará a las entidades de carácter nacional o regional. A cambio de esta otra cesión de soberanía, la UE se dotaría de un sistema común de garantía de depósitos para que los ahorradores de los bancos y países en apuros no teman la imposición de corralitos y no protagonicen fugas de capitales como las que han asolado Grecia en los últimos meses. También se instauraría un régimen armonizado de resolución de crisis bancarias. La prioridad no sería rescatar a los bancos mal gestionados con cargo al bolsillo del contribuyente de a pie, sino liquidarlos de manera armonizada para que no contagien al resto del sistema, y pasar la factura a sus accionistas, directivos y acreedores. Los bancos pagarían una tasa que engrosaría una red preventiva de fondos de resolución. El fondo de rescate de la UE "podría actuar como garante presupuestario tanto de la autoridad de resolución y de garantía de depósitos". Ello significa que podría intervenir directamente, pero sólo para "cerrar ordenadamente las entidades no viables y proteger así a los contribuyentes". Plan de inversiones Otra de las ideas, tal y como pactaron la semana pasada en Roma la conservadora Angela Merkel, canciller alemana; el socialista François Hollande, presidente francés; el tecnócrata Mario Monti, jefe del Gobierno italiano; y el conservador Mariano Rajoy, presidente de España, es poner en marcha un mini plan de inversiones dotado con 130.000 millones de euros. El núcleo de tal plan es ampliar en 10.000 millones de euros el capital del Banco Europeo de Inversiones (BEI), de manera que pueda multiplicar sus préstamos destinados a las pequeñas y medianas empresas (pymes) y a proyectos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Este plan ha sido hilvanado por el conservador belga Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo (las reuniones de los jefes de Estado o de Gobierno de la UE); por el presidente de la Comisión Europea, el conservador portugués José Manuel Durao Barroso; el presidente del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghi; y el conservador Jean-Claude Juncker, primer ministro del pequeño Gran Ducado de Luxemburgo y presidente de las reuniones ministeriales del Eurogrupo. Aunque las miras están depositadas en el largo plazo, estos políticos confían en disipar los temores de los mercados al presentar un plan para garantizar que el euro es irreversible. Por otra parte, los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro celebrarán hoy una reunión por teleconferencia para avanzar en las negociaciones de los detalles de los rescates de España y Chipre.