La eléctrica ve "brutal" una tasa a la generación y aboga por el 'céntimo verde'Endesa teme a la inminente reforma energética, ya que la primera ronda de recortes ha sido especialmente perjudicial para esta compañía. Por ello, para evitar un duro varapalo a su balance, el grupo ofrece flexibilidad en el fin del déficit de tarifa, que se debe a las cinco grandes compañías del sector, así como elevar el tope del desajuste de este año. En unas breves declaraciones a los medios tras la junta de accionistas, el consejero delegado del grupo, Andrea Brentan, consideró que para este año el tope de 1.500 millones exigido para este desajuste financiero se podría elevar en unos 1.000 millones más. El ejecutivo comparó esta flexibilidad con el debate acerca del déficit público y la posibilidad de ampliar las fechas de cumplimiento. Tanto Brentan, como el presidente de la compañía, Borja Prado, eludieron cifrar cuánto debe subir la luz y se limitaron a pedir moderados incrementos del recibo. Se trata de un cambio de estrategia de todas las grandes eléctricas, que tradicionalmente pedían subidas en torno al 20 por ciento para acabar con el déficit. Ahora, tras la llegada de José Manuel Soria al Ministerio de Industria y la premisa de que el esfuerzo se repartirá también con los operadores, las eléctricas se centran en pedir que el déficit sea financiado por todos los productores de energía, incluidas las renovables. Además, Endesa defiende que se aplique una carbon tax o céntimo verde para gravar las emisiones de CO2 y cuya recaudación sirva para financiar las renovables o las estrategias de eficiencia energética. Brentan explicó que esta propuesta ha sido enviada a Industria, Medio Ambiente y Hacienda y sabe que se está estudiando, aunque desconoce en qué cuantía y con qué criterio se podría llegar a aplicar. Por otro lado, Prado calificó de "brutal" una eventual tasa a la producción eléctrica y criticó el excesivo recorte realizado en marzo a la retribución de la distribución y a la de la generación en las islas.