También se pretende una política presupuestaria más integradoraLa cumbre de Bruselas que se celebrará los próximos 28 y 29 de junio vuelve a ser la de la última oportunidad. Para ello, las principales tres instituciones -Comisión Europea, Banco Central Europeo y Consejo- propondrán dar un nuevo paso adelante en la construcción europea a través de medidas para la creación de una unión bancaria transnacional, una mayor integración fiscal y la posibilidad de un fondo de reducción de deuda. El texto, que responde a la petición hecha por los 27 el pasado mes de diciembre, ha sido elaborado de manera conjunta por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el responsable del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, el del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y por el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. En el caso de que los jefes de Estado y de Gobierno den luz verde al documento, estas instituciones pasarán a plantear las propuestas legislativas concretas en una hoja de ruta aún por determinar. Además de los progresos hacia una unión bancaria, el documento se refiere a la necesidad de una política presupuestaria más integrada y a cómo retener "legitimidad democrática" si los países ceden parte de su soberanía. Pese a que Alemania sigue estando reacia a nuevos avances mientras no vea más progresos hacia la integración fiscal, la primera pata de la estructura sería avanzar en la integración bancaria en un plazo de un año. En cuanto al sector bancario, donde se aglutina ahora mismo otro de los grandes problemas de la Unión, los líderes de la UE resaltan la necesidad de un supervisor bancario europeo, un esquema de garantía de depósitos común para la Unión Europea y un fondo único para resoluciones bancarias para cerrar los prestamistas malos de la región. En este sentido, el BCE adoptaría la responsabilidad exclusiva de la supervisión de los principales bancos de la eurozona, mientras que la Autoridad Bancaria Europea conservaría un rol mayor de vigilancia junto con la coordinación del trabajo de los reguladores. En cuanto al Mecanismo de Estabilidad permanente, el fondo de rescate de la zona euro que entrará en vigor en julio, podría usarse para recapitalizar directamente a los bancos, evitando el paso a los gobiernos y por tanto la imputación como deuda. Asimismo, el documento afirma que podría requerirse "una mutualización inmediata y permanente" del riesgo para apuntalar al sector bancario. Otras ideas contempladas son una mayor movilidad laboral, mejorar la competitividad y la revisión de la política de impuestos común. Ambicioso en el terreno de la integración presupuestaria, el documento que analizarán los 27 indica que a medida que se logre una mayor integración bancaria y fiscal, el tema de la mutualización de la deuda se hará más fácil. A partir de ahí, plantea la posibilidad de un fondo de redención de deuda, en línea de lo propuesto por el grupo de sabios económicos del Gobierno alemán. Esta idea, que ya han abrazado los responsables de Francia, Italia y otros países, sería un paso evidente hacia los eurobonos, pero de momento la canciller alemana, Angela Merkel, sigue estando reticente. Al menos, de momento.