L a semana pasada Iberdrola y el Partido Socialista de Euskadi se enzarzaron en una agria polémica. El grupo eléctrico lleva tiempo criticando públicamente la política energética del Gobierno de Rodríguez Zapatero, a la que responsabilizan de haber generado el déficit de tarifa, que ronda los 24.000 millones, a través de una mala planificación de la implantación de las energías renovables, especialmente las solares. El último ejemplo de ello fue la primera intervención pública en Bilbao del nuevo consejero director general de Iberdrola, José Luis San Pedro, en una jornada organizada por la Fundación Popular de Estudios Vascos, en la que también participaba el ministro de Industria, José Manuel Soria. San Pedro criticó al Gobierno de Zapatero por no plantearse seriamente cuánto iba a costar la apuesta por las renovables, quién lo iba a pagar y cómo se iba a gestionar. Pero la respuesta ase estaba cociendo por vía parlamentaria, en las Juntas Generales de Vizcaya, en que los Socialistas hicieron una pregunta a la Hacienda sobre la tributación de Iberdrola. La respuesta la difundió en exclusiva El País, desveló que durante dos años el pago de Iberdrola en Impuesto sobre Sociedades a Vizcaya fue cero, debido a las desgravaciones. No se mencionaba ningún otro impuesto donde la tributación es alta. La reacción de Iberdrola fue inmediata, la Diputación de Vizcaya salió a aclarar que no había incentivos especiales para la eléctrica y un día después la patronal vasca Confebask, con motivo de la presentación de su Plan Extraordinario de reactivación Económica, hizo una behemente defensa de que había que cuidar y tratar bien a las multinacionales con sede social y centros de decisión en Euskadi para que se sientan cómodas y sigan invirtiendo en este territorio. Habrá que ver si este culebrón se traslada a la junta de accionistas de Iberdrola, foro que suele ser utilizado por minoritarios para su momento de gloria (véase sindicatos, antimilitaristas y antiglobalización, etc.). Creo que los socialistas vascos no han calculado bien.