Pide tranquilidad, pero urge a la UE a "tomar medidas" y al respaldo del G-20 El Gobierno reaccionó ayer con un doble mensaje a la peor jornada en los mercados de deuda, con una prima de riesgo que llegó a alcanzar los 552 puntos básicos y una rentabilidad del bono que se acercó a la peligrosa línea roja del 7 por ciento. Por un lado, pidió "tranquilidad" porque España -defendió- está respaldada por sus socios europeos. Por otro, les urgió a que tomen medidas porque -avisó- el acoso en los mercados "no es mantenible" en el tiempo. El ministro de Economía, Luis de Guindos, fue el encargado de poner voz al mensaje institucional después de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos. Esta reunión, que se celebra habitualmente los jueves, ayer cobró todo su sentido al coincidir con uno de los momentos más críticos sólo seis días después del rescate a la banca española. Además, tuvo más visibilidad mediática por celebrarse en el Congreso de los Diputados, al coincidir con el pleno -estaba convocada en Moncloa-. Pero Guindos quiso enmarcar el encuentro del equipo económico de Rajoy en el marco de "la normalidad". Vendió a los ciudadanos un mensaje de calma porque, en el ámbito interno, defendió que el Gobierno tiene "una ruta" en relación a las medidas y políticas económicas que hay que adoptar. Insistió en que el Ejecutivo "está encima de los asuntos y está tomando medidas". Contestaba así a las críticas del líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, que cuestionó la "clamorosa ausencia" del Gobierno en una situación tan complicada. Además, Guindos defendió que España tiene el apoyo de "todos" los países comunitarios -en una clara alusión a Alemania-. En este contexto, el ministro achacó las tensiones, una vez más, a la semana "complicada" que viven los mercados con motivo de las elecciones griegas del domingo. Mensaje de unión Ahora bien, Guindos acompañó sus palabras esperanzadoras de un aviso a navegantes dirigido a esos socios que, apuntó, tiene detrás. "No es una situación mantenible en el tiempo [la prima de riesgo en los 550 puntos básicos] y estoy convencido de que iremos tomando medidas que la irán reduciendo en los próximos días y en las próximas semanas", apuntó. Fue más allá. Extendió su petición de respaldo a las grandes potencias internacionales, al G-20, que se reúne en México a partir del próximo lunes, en la que será otra jornada decisiva para Europa en función del resultado de las elecciones en Grecia. "El mensaje fundamental es un mensaje de unión que se va a reafirmar en la unión del G-20 y en la que vamos a hacer repaso de la economía internacional y europea", recordó. El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, advirtió de la importancia del momento estrechando el margen de actuación establecido por Guindos. "El destino de la UE se juega, probablemente, en estas horas", alertó. Equipo de crisis Tras las Delegada, sólo habló Guindos. Rajoy y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, no lo hicieron, como tampoco Cristóbal Montoro, el titular de Hacienda, ni el resto de asistentes al encuentro. Esta Comisión, aunque es habitual, se prorrogó después de dos horas en el que se considera el gabinete de crisis más cerrado. Lo intengran Rajoy, Sáenz de Santamaría, Guindos, Montoro y el portavoz de la Oficina Económica, Álvaro Nadal. Este sanedrín económico, como lo llaman fuentes gubernamentales, se reúne con frecuencia desde que empezó la legislatura, aunque no tiene un día fijo -como sí lo tiene la Delegada- y pocas veces es público. Las mismas fuentes descartan que el Consejo de Ministros de hoy vaya a aprobar medidas de gran calado dentro de la agenda reformista del Gobierno. Todo está condicionado a las trascendentales citas internacionales de las próximas dos semanas. Montoro anunció el miércoles que hoy recibiría luz verde la autorización de endeudamiento del plan de proveedores de las comunidades por un importe total de 17.701 millones de euros. Además, se estudiará un informe sobre el proceso de liquidación y simplificación de empresas públicas que inició el Gobierno hace tres meses. Reacción de la oposición Los principales partidos de la oposición reclamaron tranquilidad, pidieron a Europa que actúe y criticaron la acción del Gobierno a partes iguales. Rubalcaba respaldó el llamamiento del Gobierno a una intervención del BCE para estabilizar los mercados de deuda. Josep Antoni Duran i Lleida (CiU) descartó el rescate y atribuyó el acoso a una maniobra para acabar con el euro, mientras que Josu Erokoreka (PNV) achacó la desconfianza al "hiperoptimismo" del Gobierno.