Japan Tobacco International (JTI), propietario de marcas como Winston y Camel, prevé producir este año 3.800 millones de cigarrillos (190 millones de cajetillas) en su fábrica española, ubicada en Santa Cruz de Tenerife, lo que representa una reducción del 17 por ciento respecto a los 4.600 millones de 2011, en un escenario de caída del mercado legal del tabaco. Esta planta, uno de los 24 centros productivos con los que cuenta JTI, suministra cigarrillos y cigarros a los mercados que integran la división ibérica (España, Portugal, Andorra y Gibraltar), cuenta con cerca de 300 trabajadores y recibe una inversión del grupo que oscila entre siete y doce millones de euros anuales. "No somos ajenos a la evolución del mercado nacional y canario", aseguró, durante una visita a la fábrica canaria, el director de Asuntos Corporativos de JTI Iberia, Miguel Luengo, quien advirtió a las autoridades del impacto que tiene en el mercado el "modo en que se manejan los impuestos". Encarecimiento Según detalló Luengo, frente a un encarecimiento entre 2000 y 2007 de 55 céntimos por cajetilla (de los que ocho céntimos corresponden a impuestos), el precio ha subido en los últimos cuatro años en 1,5 euros (0,96 euros por impuestos). "Se acabó el mantra de que la demanda de tabaco es inelástica", subrayó Miguel Luengo. El consumo de cigarrillos se está trasladando hacia categorías más baratas, como el tabaco de liar, y hacia productos en el mercado ilícito, tanto falsificaciones como tabaco de contrabando.