Los paros afectarán a más de 200.000 viajeros, cuya gran mayoría iniciará sus vacaciones en esa fechaLa compañía devolverá el importe de los billetes o permitirá a los pasajeros cambiar de fechamadrid. La nueva terminal T-4 de Barajas vivirá este verano su primera semana negra. Iberia cancelará entre el 10 y el 16 de julio más de 1.500 vuelos por la huelga de pilotos de la compañía. Entre 220 y 240 rutas por día. Sino lo remedian las conversaciones entre la compañía y el Sepla-Iberia, el sindicato de pilotos, antes de las doce de la noche del domingo, los paros afectarán a más de 200.000 clientes de la aerolínea, lo que puede desatar el caos en el aeropuerto de Barajas. Gran parte de los pasajeros iniciaban con estos vuelos suspendidos sus vacaciones de verano. "El problema añadido para los afectados es que la mayoría de estos billetes se suelen coger con más de tres meses de antelación y ahora es muy complicado cambiarlos. Además, muchos vuelos van vinculados a paquetes turísticos", aseguran fuentes cercanas al conflicto.La aerolínea ya ha puesto en marcha un servicio de atención en sus propias oficinas o en las agencias de viaje para que el cliente que tenga cancelado su vuelo pueda solicitar la devolución del billete o cambiar de fecha hasta el próximo 31 de julio. Quién opte por un nuevo vuelo puede elegir fecha hasta el 31 de diciembre de 2006. En la página web de elEconomista (www.eleconomista.es) viene la lista completa de vuelos cancelados hasta el próximo miércoles 12 de julio.Pérdidas millonarias La compañía calcula que por cada día de huelga pueden perder cinco millones de euros por lo que la semana de paros podrían suponer para Iberia un agujero de 35 millones, casi la mitad de los beneficios previstos para este año: 87 millones de euros según la consultora especializada en consenso de mercado JCF.Esta caída de los resultados perjudica directamente a colectivos de trabajadores de Iberia. En el caso de los 18.000 empleados de tierra que firmaron su convenio colectivo hace varios meses, parte de su sueldo está vinculado al beneficio de la compañía.El sindicato de pilotos ha convocado esta huelga para oponerse a la participación de Iberia en Catair, una nueva aerolínea de bajo coste que operará sus rutas desde el aeropuerto de El Prat (Barcelona). La dirección de la compañía aseguraba ayer que esta decisión "corresponde a la esfera estrictamente empresarial y que no va a afectar a los pilotos de Iberia".La aerolínea presidida por Fernando Conte ha garantizado a todos los pilotos que ninguno de ellos perderá su empleo como consecuencia de la creación de Catair.Durante esta semana, Iberia ha lanzado una campaña publicitaria en la que acusa a Sepla de que la verdadera razón de los paros es "interferir en la gestión de la empresa y en la libre contratación de pilotos por parte de Catair".Pese a los más de 1.500 vuelos que se van a cancelar en una semana, el Ministerio de Fomento ha garantizado unos servicios mínimos que incluyen todas las rutas nacionales con las Islas Canarias y Baleares y todas las que llegan a África y Próximo Oriente.En las rutas de largo radio se mantienen la mayoría de los vuelos ya que ningún destino se queda sin atender. En el caso de las rutas europeas y peninsulares se conectan la mitad de los itinerarios. El Puente Aéreo que une Madrid y Barcelona asegurará el 77 por ciento de los vuelos.La huelga no afecta ni a las operaciones de Iberia Regional Air Nostrum ni a otros vuelos de código compartido con aerolíneas que formen parte de la alianza One World.Polémica con la lista El sindicato de pilotos criticó ayer que Iberia haya tardado tanto en publicar la lista de los vuelos cancelados. "La huelga se anunció 21 días antes de la fecha prevista para evitar, en la medida de lo posible, trastornos a los usuarios y no entendemos porque la dirección de la aerolínea ha retrasado tanto la lista de vuelos hasta tres días antes de los paros", aseguran desde Sepla.Desde Iberia se explica que la lista de los vuelos no se ha podido dar a conocer antes porque desde que Fomento les dio a conocer cuales eran los servicios mínimos "la compañía tiene que hacer verdadero encaje de bolillo para estudiar que vuelos que se cancelan perjudican menos al cliente, sobre todo pensando en itinerarios que conectan con rutas internacionales de Iberia", explican en la aerolínea.Ambas partes coinciden en que harán todo lo posible para que la huelga no se lleve a cabo. El acuerdo es muy difícil ya que las posturas son antagónicas. Iberia piensa que los pilotos no pueden meterse en sus decisiones de estrategia empresarial y los comandantes están convencidos que "detrás de Catair se esconde una filial emboscada de Iberia", como aseguró Bernardo Obrador, presidente de Sepla-Iberia, a este periódico en una entrevista.Las pérdidas para Iberia podrían ser mayores si los usuarios ponen una reclamación exigiendo una indemnización además del precio del billete. El presidente de la Cúpula Asociativa de Agencias de Viajes Españolas, Jesús Martínez Millán, explicó ayer a Europa Press que es complicado recibir una indemnización porque Iberia puede alegar "causa de fuerza mayor".