L a logística es uno de los pocos sectores que, en un contexto complejo como el actual, está ejerciendo de catalizador de la competitividad y del crecimiento, contribuyendo de manera decisiva a la reactivación de la economía. Un ejemplo muy representativo de esta realidad es el que se da en el Port de Barcelona, donde actualmente hay en desarrollo o en proyecto inversiones públicas y privadas por valor de más de 1.000 millones de euros. La obra de más envergadura en marcha es la nueva terminal de contenedores de Tercat (perteneciente a Hutchison Port Holdings, el primer operador de terminales portuarias del mundo), que entrará en servicio este mismo verano. Con una inversión inicial de 300 millones de euros (aunque superará los 500 millones cuando esté completada la segunda fase), será la terminal semiautomatizada más avanzada del Mediterráneo y permitirá al Port de Barcelona captar nuevos tráficos marítimos, principalmente procedentes de Asia. En el ámbito de contenedores hay otra importante actuación en marcha. La ampliación del muelle Sur permitirá, el próximo año, la expansión en 20 nuevas hectáreas de la Terminal de Contenedores de Barcelona (TCB), que tiene previsto invertir 60 millones de euros en la operación. En total se invertirán 826 millones desde el ámbito privado en el Port de Barcelona. 'Hub' de productos petrolíferos El Muelle de la Energía es receptor de varias de las inversiones más relevantes que se están llevando a cabo en el recinto portuario. El pasado mes de abril la compañía catalana Meroil, a través de una joint-venture con la rusa Lukoil, puso en marcha una nueva terminal para productos petrolíferos con una capacidad de almacenaje de 450.000 metros cúbicos. La actuación es la primera que entra en funcionamiento de las tres que se están desarrollando en el muelle de la Energía, que incluyen la ampliación de las terminales de Tradebe (con 60 millones de euros) y de Terquimsa. Con estas inversiones, el Port ampliará su capacidad para el almacenaje de productos petrolíferos en tres millones de toneladas al año, cifra que representa un incremento del 50 por ciento respecto al actual tráfico de hidrocarburos (5 millones de toneladas, sin contabilizar el gas natural licuado). El tráfico marítimo de corta distancia es otro de los ámbitos que verá incrementadas sus infraestructuras en el Port de Barcelona. La compañía italiana Grimaldi está a punto de comenzar las obras de la nueva terminal de short sea shipping (SSS) que se ubicará en el muelle Costa y que supondrá una inversión de 22 millones de euros. La infraestructura estará operativa en verano de 2013 y contará con una estación de pasajeros y una terminal ferroviaria para mercancías. Por otro lado, la parte ciudadana del puerto, el Port Vell, está concentrando un buen número de actuaciones de diversa naturaleza. A finales de este mismo año, la firma de moda Desigual estrenará su nueva sede corporativa en el espacio de Nueva Bocana (junto al Hotel W Barcelona), que acogerá a un millar de trabajadores. La compañía ha invertido 22 millones en la construcción del edificio Astilleros para yates Asimismo, el principal astillero de reparación de yates del Mediterráneo, Marina Barcelona 92, ha inyectado 37 millones de euros en la ampliación de sus instalaciones del Port de Barcelona, lo cual le permitirá atender mega-yates (los más grandes del mercado, con 180 metros de eslora). Esta actuación, junto con la reforma prevista de Marina Port Vell (valorada en 30 millones de euros), permitirá crear un clúster náutico con base en el Port de Barcelona. Junto al gran volumen de inversiones que diferentes operadores privados están desarrollando en el Port de Barcelona, la propia Autoridad Portuaria está ejecutando obras durante este ejercicio por valor de 193 millones de euros. Entre estas actuaciones destaca la segunda fase del Muelle Prat; los accesos viarios y ferroviarios provisionales a la nueva terminal de contenedores de Hutchison; la reconstrucción y rehabilitación de muelles; y las obras de atraque y ampliación de muelles.