Tras reunirse, los dos líderes piden no sembrar dudas sobre España Los líderes de los dos grandes partidos de la oposición quisieron escenificar ayer su perfil de hombres de Estado "con la que está cayendo" en España y reivindicarse como necesarios en un escenario de mayoría absoluta. El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, se reunieron durante más de una hora con el objeto de reclamar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, "grandes acuerdos" porque la situación económica es "muy delicada". En línea con la petición de un pacto de Estado que ambos reclamaron en la sesión de control del miércoles y con la reunión que mantuvieron el pasado viernes en Moncloa aún reciente, Rubalcaba y Duran volvieron a tender su mano al presidente del Gobierno. Sin embargo, le recordaron que "consenso no es adhesión", en palabras del socialista. Están dispuestos a apoyar, pero primero quieren que se cuente con ellos, que el Ejecutivo, pese a su mayoría absoluta, les tenga en cuenta. "Nosotros podemos intervenir, pero quien debe dar el paso es Rajoy", recordó Duran i Lleida. Con todo, ambos coincidieron en reclamar responsabilidad, "evitar sembrar dudas" y pidieron transmitir certezas dejando a un lado todo tipo de elucubraciones sobre la evolución de los mercados financieros y de deuda más allá de las explicaciones del Gobierno. Rubalcaba abrió con el portavoz de CiU una ronda de contactos con la que, además, se reivindica dentro de su propio partido en una semana en la que la división interna ha vuelto a escenificarse después de que los chaconistas presionaran para adoptar un perfil más agresivo con el Ejecutivo en relación a la crisis de Bankia y, sobre todo, en la exigencia de una comisión de investigación que Rubalcaba defendió ayer que estaba decidida de antemano si el Gobierno no aceptaba su petición de comparecencias.