Joaquín Almunia, el responsable de Competencia, vigila una decisión cuyos precedentes ya sancionó en varios paísesHa pinchado en hueso. La fusión de los reguladores prevista por el Gobierno tendrá que enfrentarse a problemas insospechados hace unos meses. Lo que a simple vista parecía una decisión relativamente fácil de llevar a cabo, en la práctica se está convirtiendo en un quebradero de cabeza por múltiples causas. Entre ellas sobresale la presión que ofrecerá la Comisión Europea al proyecto del supervisor unificado. Los antecedentes de ejemplos similares producidos en Rumania, Bulgaria, Hungría y Chipre podrían obligar al Ejecutivo español a replantearse el diseño y la configuración inicial de la futura Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC). Según han informado a este periódico fuentes conocedoras de la situación, la Comisión Europea ha abierto en los últimos años varios casos contra estados miembros relativos a la independencia de los reguladores nacionales de telecomunicaciones. De esa forma, y antes de tener que rectificar, el Gobierno quiere asegurarse de no caer en el mismo error que aquellos países que ya mermaron la independencia de los organismos supervisores, con la consiguiente sanción de la CE. Como primera medida, el Gobierno que preside Rajoy ha decidido aplazar el envío del proyecto al Consejo de Estado para volver a analizar internamente los efectos colaterales del organismo que integraría los actuales reguladores de la energía, las telecomunicaciones y la competencia. El vicepresidente de la Comisión y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, mandó ayer un aviso para navegantes al asegurar que vigilará el plan del Gobierno español de fusionar los reguladores sectoriales en una sola entidad. El objetivo de la CE consistirá en "garantizar que la reforma cumpla la normativa de la UE, que exige su plena independencia". Por su parte, José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo, aseguró ayer a elEconomista que la puesta en marcha de la CNMC se "producirá en breve", pero sin fijar plazos de constitución, según dijo en un almuerzo organizado por KPMG y Europa Press.