El Ejecutivo baraja prohibir el reparto de dividendos a los grupos con ayudasMáxima tensión e incertidumbre entre el Gobierno y el sector financiero por la nueva reformaque aprobará hoy previsiblemente el Consejo de Ministros. Por un lado, los bancos incrementaron su presión al ministro de Economía, Luis de Guindos, para rebajar el volumen de provisiones extra que tendrán que hacer para cubrir el agujero inmobiliario. Según fuentes políticas y del sector, las entidades habían logrado minimizar el esfuerzo de los 37.000 millones inicialmente previstos a un topo de 25.000 millones. De esta manera, sólo se iba a elevar las dotaciones para los créditos sanos al promotor del 7 por ciento actual al 21 por ciento. No obstante, Guindos todavía tenía que contar con el visto bueno del resto de miembros del Ejecutivo. Y esto, a cierre de esta edición, aún no había sucedido. Una parte del Gobierno no estaba dispuesta a ceder a la presiones de la banca y reclamaba un endurecimiento, incluso mayor, de las dotaciones para asegurar la credibilidad del proyecto en los mercados y recuperar parte de la confianza perdida por la anterior reforma financiera, de febrero, en la que se exigía un saneamiento de 53.000 millones. Distintas fuentes políticas aseguraban ayer que la intención era elevar a más de 40.000 millones las provisiones y extender el colchón contra pérdidas al resto de créditos no vinculados al segmento inmobiliario. Estas dotaciones, además, debían hacerse en un periodo de tiempo muy corto, para disipar cuanto antes las dudas. La intención del Gobierno es otorgar ayudas públicas a aquellas entidades que no puedan soportar la carga de este esfuerzo, pero a cambio baraja exigirles que no paguen dividendo a sus accionistas. En las últimas semanas, el Ejecutivo ha negociado con Bruselas la inyección de recursos europeos -vía BEI o fondo de rescate-, pero la utilización de este dinero tiene que ser consensuada aún y dependerá del nivel de provisiones y las necesidades del sector. Si fueran pequeñas podría utilizar el Frob o el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) a través de emisiones de deuda o créditos.