Las entidades medianas esperan a conocer los detalles sobre la nueva reforma del sectorEl endurecimiento de las provisiones previsto por el Gobierno, que podría ascender a unos 37.000 millones de euros, ha dejado con los brazos cruzados a la banca mediana. Unicaja, BMN, Liberbank e Ibercaja han cesado las intensas conversaciones mantenidas durante las últimas semanas para fusionarse, en línea con las exigencias del Ministerio de Economía. Según han asegurado fuentes del sector a elEconomista, las entidades se encuentran a la espera de que el Ejecutivo apruebe el nuevo Real Decreto y, previsiblemente, la creación de un banco malo para sanear los activos tóxicos del sector. El desconcierto es patente en las entidades puesto que las decisiones del Ejecutivo no se conocerán, tal y como anunció ayer el presidente, Mariano Rajoy, hasta el viernes en el Consejo de Ministros. Las operaciones ahora dependerán de la letra pequeña de la normativa y su impacto, que podría afectar a los repartos de poder en los grupos resultantes. Durante las últimas semanas, las cuatro entidades habían acelerado las conversaciones para llegar a un acuerdo puesto que el reloj corre en contra. El plazo dado por el Ejecutivo para anunciar este tipo de operaciones acaba el 31 de mayo. Pero las mismas fuentes aseguran que "no se pueden tomar decisiones hasta tener los datos firmes sobre la mesa". "Reanudaremos las conversaciones cuando analicemos con detalle el Real Decreto", aseguraron. De hecho, la presión del Gobierno para profundizar en las integraciones hizo mella en algunas de ellas. Este es el caso de BMN y Liberbank, cuyos presidentes estaban dispuestos a ceder poder para encarrilar el proceso de fusione. Pero la nueva reforma puede abrir una vía de escape para Novagalicia. La entidad gallega podría salir beneficiada con la aprobación de un banco malo. La entidad podría aprovechar la circunstancia para evitar su subasta después del verano.