Las entidades deberán reforzar la gestión y el plan de negocio, como pide el FMIEl Ministerio de Economía ha optado por la desconsolidación para avanzar en la reestructuración del sistema financiero. En la hoja de ruta esbozada en el Plan de Estabilidad presentado ayer, en el Consejo de Ministros, este instrumento figura como uno de los pasos para resolver la situación del sistema financiero. La separación de los activos inmobiliarios del balance de las entidades financieras es algo que el Banco de España lleva estudiando ya hace algunos meses, y el Gobierno, que se niega a llamarlo banco malo, ya había analizado, y desechado, antes de poner en marcha la reforma del Decreto 2/2012. Según Reuters, que señala a una fuente del Gobierno, "el sector financiero español tendrá que asumir pérdidas adicionales más allá de las cubiertas por la nueva normativa", para correr con los eventuales costes de reestructuración en el proceso de la segregación de los activos tóxicos. El Ejecutivo, con el banco malo o una forma similar, puede matar dos pájaros de un tiro: por un lado, se podría acelerar el fin del saneamiento y alejar la posibilidad de un rescate europeo a la banca, por otro, podría servir para reactivar de una forma más efectiva que otras disposiciones, el crédito a empresas y familias. En el documento presentado ayer, Economía hace un repaso de lo conseguido hasta ahora: cumplimiento de unos requisitos adicionales de 53.000 millones, y presentación de los planes de recapitalización al Banco de España. Además, el ministerio da por bueno lo exigido esta misma semana por el FMI y asegura que "algunas entidades deben reforzar gestión, plan de negocio y gobierno corporativo". El organismo multinacional hacía esta recomendación a las diez entidades financieras que han recibido ayudas, y añadía que era especialmente importante que, cuanto antes, "la más grande", por alusión a Bankia, se reforzara. El último punto lo dedica Economía a un escueto "inicio del proceso de desconsolidación", que indica que, aunque aún no está decidida la forma final que adaptará, las entidades podrán sanearse sacando de balance sus activos tóxicos.