Prevé que las reformas creen 2 millones de empleos hasta 2020 y el equilibrio presupuestario en 2016 El Gobierno se queda casi solo en el voluntarismo de ubicar la recuperación económica en 2013, tras una sonora caída del PIB este año, que llegaría al 1,7 por ciento, y pese a la acumulación de ajustes fiscales, a los que se sumarán nuevas alzas de impuestos el año próximo, por el lado de los indirectos. En línea con lo previsto por el Banco de España, en el cuadro macroeconómico presentado ayer en Consejo de Ministros para su envío a Bruselas, el Ejecutivo se enroca en la idea de que la economía española crezca un 0,2 por ciento el año próximo, atribuyendo la reactivación al segundo semestre. Ello pese al empeoramiento económico que se atestigua en los desoladores datos de desempleo del primer trimestre de 2012, conocidos el viernes, y que se comen la previsión de alza del paro del ejercicio. De hecho, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, admitía ayer que España está viviendo "uno de sus momentos más duros". Pero el escenario económico que maneja el Gobierno no deja dudas. Tras el exiguo avance en 2013, el PIB crecería un 1,4 por ciento en 2014 y un 1,8 en 2015, permitiendo que la consolidación fiscal se ajuste a lo comprometido con Bruselas y conduzca al superávit primario en 2013 y a la quimera del equilibrio presupuestario en 2016. Entretanto, espera que se estabilice el ratio de deuda pública sobre PIB a partir de 2014, iniciando el descenso ese año con el 81,5 por ciento. El paro descuadra el escenario En materia de empleo, el escenario del Gobierno incurre en contradicciones. Quizás fruto del temor revelado ayer por el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, a crear "falsas expectativas" sobre el empleo. El Gobierno sostiene un cuadro con el 24,3 por ciento de paro en diciembre de este año, pese a que en marzo ya alcanzó el 24,4 por ciento. Asimismo y pese a ubicar la reactivación del PIB en 2013, descarta creación de empleo hasta 2014, pero consigna en su tabla sendas bajadas del índice de paro en los dos próximos años, hasta el 24,2 y el 23,4 respectivamente, y estima que las reformas que ha puesto en marcha permitirán crear casi 2 millones de empleos desde hoy hasta el año 2020. En cualquier caso, De Guindos afirma que la reforma laboral mejorará la capacidad de crear empleo en España, ya que con menos crecimiento se verán nuevos puestos de trabajo. El mismo Ejecutivo que ve en 2013 el año de la inflexión no vislumbra que la evolución del consumo, de la formación bruta de capital fijo y de la demanda nacional luzcan tasa positiva hasta 2014. Eso sí, según sus previsiones el sector exterior se mantendrá en positivo todos los ejercicios aunque irá moderando su aportación al crecimiento con tasas del 1,8 por ciento en 2013, y del 1 por ciento en 2014 y 2015. Junto con el Programa de Estabilidad, el Gobierno lanzó ayer el Plan Nacional de Reformas, calificado por De Guindos como la "espinal dorsal" de la estrategia económica del Gobierno para hacer frente a los desequilibrios que acumula nuestra economía desde hace años y a las decisiones "erróneas" del anterior Gobierno. Además de la creación de 1,98 millones de empleos, el Ejecutivo atribuye a su hoja de ruta reformista la virtualidad de producir un crecimiento adicional del PIB de 8,6 puntos también con el horizonte del ejercicio 2020. En el plan se incluye la reforma laboral, de las pensiones, la Ley de Estabilidad Presupuestaria, la directiva de servicios y la reforma financiera, que aportaría 1,6 puntos al PIB por sí sola.