El sector considera que las ayudas que ofrece el Banco de España en el cuaderno de venta de Banco de Valencia son insuficientes. Fuentes del sector, que han tenido acceso a la situación de la entidad levantina, manifiestan que los 1.000 millones en forma de capital y el esquema contra pérdidas inmobiliarias de 4.800 millones ponen en serias dificultades el proceso de desinversión del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob). Las entidades están planteando al supervisor que sea más generoso y ponga sobre la mesa, al menos, otros 1.000 millones para elevar la solvencia del Valencia, además de incrementar el agujero. Estas peticiones obedecen al debilitamiento de su balance. Por un lado, el banco obtuvo unas pérdidas en su cuenta de resultados de casi 900 millones en 2011. Y por otro, tiene que hacer frente a saneamientos por importe de 1.200 millones para cumplir con la reforma financiera. Los candidatos para hacerse con la entidad tendrán que presentar sus ofertas no vinculantes a finales de esta semana. El viernes, como muy tarde, se cierra la primera fase del proceso. Entre los interesados se encuentran BMN, el Popular, Bankinter y el Santander. Está previsto que a finales de mayo se resuelva la puja. El vencedor recibirá, en principio, el 91 por ciento del capital, siempre y cuando la junta de accionistas apruebe la operación. El restante 9 por ciento se quedará en manos de los actuales propietarios, entre los que se encuentra Bankia, distintas familias burguesas de la Comunidad Valencia y un nutrido grupo de inversores minoristas.