El pasivo era en 2005 de 2.312 millones frente a unos activos de sólo 602 millonesMADRID. El agujero patrimonial de Afinsa asciende a 1.710 millones de euros, según el administrador judicial de la empresa filatélica, que ayer remitió al juez Santiago Pedraz su informe sobre la situación de la empresa a cierre de 2005.Javier Grávalos, que procede de la Agencia Tributaria y fue designado por el juez Pedraz administrador judicial de la compañía días después de su intervención, sitúa el pasivo de la compañía en 2.312 millones, mientras que los activos sólo ascienden a 602 millones de euros. "Si se confirma este déficit, será inevitable la liquidación de la compañía", afirma.Grávalos continúa con la tesis sostenida por la inspectora jefa María Teresa Yábar, en cuyo informe se basó Anticorrupción para presentar su querella, e incluye en el pasivo de la empresa las obligaciones de recompra de sellos que tenía Afinsa con los clientes. Así, al valor total de los pasivos, que en el balance a 31 de diciembre de 2005 que realizó la propia empresa ascendían a 127 millones, "habría que añadir el importe estimado de las obligaciones no contabilizadas por Afinsa y que ascienden a unos 2.185 millones de euros en esa fecha", argumenta en el informe de 23 páginas.Pero en la valoración de los activos hace una importante precisión que está aún por determinar. Contabiliza, por un lado, las plusvalías latentes en la participación de la filial Oikia (poseedora de los inmuebles), además de la pacticipación en la casa de subastas Auctentia, que ascienden a unos 30 millones. Además, valora los sellos que figuran en existencias en 119 millones, pero no determina el valor de aquellos sobre los que ha otorgado a los clientes un pacto de recompra. "No ha sido porsible determinar ese valor", reconoce, "ya que hubiese requerido llevar a cabo un recuento físico y una valoración por expertos independientes". Es decir, deja en suspenso la valoración de todos los sellos que Afinsa dice poseer y que cubrirían con creces, según siguen asegurando los anteriores gestores, los compromisos de recompra. La empresa valora la filatelia en sus cuentas en unos 2.174 millones, según afirma Grávalos en su informe.Expertos filatélicosA pesar de que los peritos no han dado aún su opinión (el juez Pedraz requirió a estos expertos filatélicos para que tasaran el valor de los sellos), el administrador judicial duda seriamente del valor de éstos. Y expone dos razones: "En primer lugar, por las ingentes cantidades de sellos que Afinsa ha tenido que adquirir para adjudicar en sus contratos, lo que determina que su realización en un hipotético mercado abierto no arrojaría en ningún caso la valoración derivada del catálogo", asegura en su informe. Además, duda del valor de la filatelia porque "la referencia al valor de catálogo que realiza Afinsa de estos sellos esconde el hecho de que no existe un mercado fluido que fije la cotización de los mismos". Es decir, Grávalos cree que es la propia compañía, a través de sus propias ventas y recompras, la que fija el precio de los sellos al margen de su revalorización real. "Estas inversiones en sellos sólo pueden ser valoradas por referencia al valor que determine un experto independiente", vuelve a señalar en el informe.Graves ausenciasEl administrador cree que Afinsa ha cometido graves ausencias en su contabilidad que explicarían la situación de insolvencia de la que habla la Fiscalía Anticorrupción. En primer lugar, debería haber reconocido en el pasivo del balance los compromisos asumidos con los clientes valorados al precio de recompra pactado. Además, debía haber reflejado en el activo, como gastos a distribuir en varios ejercicios, la diferencia entre el precio de recompra pactado y su valor actual descontado. También cree que era su obligación contable reflejar en el activo los sellos a disposición de los clientes, valorados a precio de adquisición o de mercado.En la práctica, según explica Grávalos en su informe, "los sellos permanecen en el circuito de negocio de la sociedad y no se conoce la venta a clientes con carácter definitivo. "La realidad económica es que, en la mayoría de los contratos celebrados por la sociedad, no responde a una verdadera compraventa en firme", dice rotundo.