Luis del Rivero, expresidente de Sacyr, quiere seguir dando guerra en la compañía. El empresario murciano reclama una indemnización por ser destituido como presidente el pasado año, una situación a la que se llegó ante su irrefrenable deseo de ascender a la cúpula de Repsol, incluso poniendo en juego la viabilidad de la constructora. Según el informe de gobierno corporativo, Del Rivero hace esta petición, mientras que la compañía entiende que el empresario no merece dicha compensación. El mencionado documento fue aprobado con el voto en contra de su expresidente. El desacuerdo entre Sacyr y Del Rivero actualmente es objeto de análisis en el seno del consejo de administración de la compañía, según Europa Press. En el informe de gobierno corporativo, Del Rivero explica que mientras que este texto indica que "no existen acuerdos por que los que los consejeros tengan derecho a percibir una indemnización con motivo de su cese como consejeros ejecutivos", un artículo de los estatutos sociales "contempla el derecho a tal indemnización". El expresidente señala al artículo 43.2.d de los estatutos sociales que reza: "los consejeros que cumplan funciones ejecutivas dentro de la sociedad tendrán derecho a percibir, por este concepto, una indemnización para el caso de cese no debido a incumplimiento imputable al consejero". Del Rivero esgrime una segunda razón para su voto en contra. Así, detalla que mientras el informe señala que "dimitió como consejero ejecutivo", el empresario "entiende que se trató de un cese derivado del artículo 54.2 (b) de los estatutos sociales". Este artículo señala como uno de los supuestos en los que "los consejeros deberán poner su cargo a disposición del consejo y formalizar, si éste lo considera conveniente, la correspondiente dimisión", el de que "cesen en los puestos ejecutivos a los que estuviere asociado su nombramiento como consejero". Por otra parte, los miembros del consejo de administración de Sacyr no recibirán retribución alguna por su condición y labores de consejeros correspondiente a 2011, por cerrar el grupo en pérdidas el ejercicio. De hecho, están obligados a devolver a la compañía los importes que se les haya pagado a cuenta, un total de 1,28 millones de euros. En concreto, Del Rivero debe abonar 93.500 euros, el actual presidente, Manuel Manrique, 66.000 euros; y los consejeros Demetrio Carceller 88.000 euros y Juan Abelló 66.000 euros.