El Senado considera la carta de Brufau a Kirchner como autoinculpatoria y la califica de "desvergonzada propuesta"El Gobierno argentino va poco a poco tomando las riendas de YPF. Si en un primer momento, el consejero del Gobierno, Roberto Baratta, expulsó con cajas destempladas a los cuatro directivos y 40 técnicos españoles de la compañía, ahora su interventor, Julio de Vido, ha tomado las riendas de las direcciones generales para hacerse rápidamente con el control. En este nuevo organigrama destaca el papel que jugará Axel Kicillof, tambien interventor general y cabeza visible de la intervención, y que será el máximo responsable de la gestión diaria de la compañía, es decir, ocupará la figura del consejero delegado durante el plazo de 30 días que les confiere la intervención aprobada por decreto. Los interventores han enviado ya el organigrama de YPF al regulador bursátil de EEUU, se han reunido con los representantes de varios sindicatos, ya que están en un claro intento de que no haya una fuga de talento de la compañía. Julio de Vido mantuvo tambien ayer un encuentro con el vicepresidente de Exploración y Explotación de las Américas de la francesa Total, Ladislas Paszkiewicz, en el que acordaron iniciar conversaciones para ampliar en 2 millones de metros cúbicos por día la producción de gas de dos yacimientos, en los que ambas compañías están asociadas y la compañía asegura que sólo el primer día de intervención ya logró refinar un 5 por ciento de crudo más en sus refinerías. El Gobierno de Kirchner avanza tambien rápidamente en la tramitación legal del expolio. Según la normativa que ha salido del Senado y que el próximo miércoles se analizará en el Congreso, como resultado del control ejercido por Repsol se produjo una creciente necesidad de importaciones de combustibles lo que aseguran pone en peligro la bases de crecimiento del país, ya que, en su opinión, la petrolera "ha utilizado una lógica operativa más cercana al mundo financiero que al productivo", provocando así un "virtual vaciamiento". La normativa tambien habla de la carta de Brufau a la presidenta Kirchner y se refiere a ella como la "carta autoincriminatoria". En opinión del Gobierno argentino, la compañía española reconoce que la capacidad de inversión de YPF es menor que las necesidades para recuperar el nivel adecuado de producción y recoge el ofrecimiento de Brufau para que las provincias o el estado participen y lo califica de "¡Generoso ofrecimiento!" al tiempo que le recrimina que no se ofrezca utilizar parte de capital propio que han extraío ni ofrecer utilizar la capacidad operativa propia para presentarse como el salvador capaz de revertir la grave situación. Argentina califica la carta de Brufau de "desvergonzada propuesta", al considerar que en la misma se reconoce que no ha invertido durante todos estos años lo suficiente como para elevar las reservas.