Prissma Home planta cara a la crisis con soluciones que agilizan el mercado"Tengo un piso y quiero dividirlo en dos. ¿Cuál es el primer paso que debo dar?". La pregunta está más que justificada ya que, si vender una casa es de por sí tarea difícil, hacerlo con un inmueble grande se puede convertir en misión imposible, salvo que se busquen otras alternativas como crear dos o más espacios independientes y habitables donde antes había uno. Es lo que hace Prissma Home, empresa especializada en este tipo de actuaciones que tiene como objetivo adecuar espacios residenciales o comerciales tratándolos y transformándolos para mejorarlos, revalorizarlos para su comercialización o disfrute. Vender una casa de 150 o 200 metros cuadrados resulta complicado. Vender una de la mitad de tamaño se adecúa más a todos los bolsillos. Para Jesús Quintanilla, director de Prissma Home, la segregación es sin lugar a dudas una solución para ofrecer su inmueble a un mayor número de potenciales clientes. "Son propietarios de inmuebles en alquiler a los que la crisis económica les ha supuesto mayor dificultad para encontrar clientes con posibilidad de costear rentas altas por el tamaño de las viviendas y el barrio en el que se encuentran o a los que directamente ahora nos les vendría mal un ingreso extra que equilibre sus ingresos", explica. Pero no sólo es vender. Según Jesús Quintanilla, hay clientes que lo que buscan es readecuar y modernizar el espacio. El tamaño, en este caso, sí importa. La segregación de una vivienda, pese a que no sea una figura muy conocida, es una actuación completamente legal que requiere, entre otros puntos, la aprobación por unanimidad de la comunidad de propietarios, además de un trámite legal que Prissma conoce muy de cerca. No vale cualquier cosa y, como explica Quintanilla, debe respetar las normas urbanísticas del Plan General de Ordenación Urbana. Así, los nuevos inmuebles deben tener siempre una superficie útil superior a 38 metros cuadrados con estancia comedor, cocina, dormitorio y aseo, puerta independiente, altura mínima de 250 centímetros en el 75 por ciento de la casa, iluminación natural al menos en el 12 por ciento de la superficie... Estallido de la burbuja La crisis del ladrilllo, sin duda, ha hecho a todas las empresas del sector activar el ingenio. "Pero aquellos que conseguimos adaptarnos rápido a la nueva situación y que ya estábamos especializados en transformar viviendas y no tanto en obra nueva y grandes proyectos, seguramente hemos pasado mejor esta travesía del desierto", explica el director de Prissma, que desvela cuál es el éxito de su empresa. " Llevamos tiempo asumiendo que no hay crisis, sino un nuevo mercado en el que clientes y proveedores tienen nuevas reglas".