El presidente del Santander acudió a la junta de accionistas preparado. Sabía que iba a haber quejas sobre la evolución de los bonos convertibles y no quería sorpresas. Ante estas circunstancias lanzó varios guiños para calmar a algunos de los asistentes. Uno de ellos es el mantenimiento para este año del dividendo por acción, con una rentabilidad de 0,6 euros por título, que puede ser obtenido en especie o en efectivo. Este dividendo fue una de las ventajas que quiso resaltar Botín para los tenedores de esos bonos que tendrán que convertirlos obligatoriamente en acciones en octubre, con una cotización del 56 por ciento más baja que en 2007, cuando se emitieron esos valores. El presidente del Santander se mostró convencido de que la evolución en bolsa del grupo mejorará en los próximos años, tras reconocer que en la actualidad la acción "está muy barata", por lo que animó a mantener los títulos que recibirán a cambio. Señaló que debería doblarse cuando la situación se normalice, en 2014. Pero también resaltó la posibilidad que tienen los tenedores de estos bonos de canjearlos voluntariamente antes de octubre. La junta aprobó la autorización de abrir ventanas de conversión en junio, julio, agosto y septiembre. Admitió que su familia y la Fundación Marcelino Botín cuentan con estos valores y que acudirán a los canjes en los próximos meses. Asimismo se refirió a la rentabilidad que han obtenido desde 2005 por estos bonos, que se sitúa en un 5 por ciento anual de media, por lo que señaló que esta cifra "está por encima del mercado", es decir, sobre los depósitos u otros productos de ahorro a plazo.