La CNE critica que el control de las fusiones pueda recaer en IndustriaMucho peligro. La creación del nuevo regulador integrado de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) puede acarrear fatales consecuencias, tanto para la salud del mercado de las telecomunicaciones como para el bolsillo de los usuarios españoles. Esa lectura puede desprenderse del informe consultivo que ayer difundió la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) sobre el anteproyecto de creación de la CNMC. En su estudio, el actual árbitro de las telecos advierte de las posibles deficiencias que pueden producirse en mercados en los que uno o varios operadores acumulan gran parte del poder. Así, en esas circunstancias, se pueden producir "precios excesivos de los servicios, baja calidad de los mismos e insuficiente innovación". Los expertos de la CMT también apuntan como riesgo latente las asimetrías de información, donde "a menudo los consumidores tienen dificultades para conocer el precio de los servicios, lo que puede dificultar la elección entre los servicios que proporcionan los distintos competidores del mercado". La CMT también recuerda que los actuales "mercados de telecomunicaciones parten de un régimen tradicional de monopolio", peculiaridad que distingue a ese negocio de otros muchos, "por lo que el establecimiento de mercados que funcionen en competencia efectiva es un proceso gradual que todavía requiere la garantía del acceso a las redes por parte de los operadores entrantes a través de la regulación sectorial". Regulador de la energía Por su parte, la Comisión Nacional de Energía se mostró en contra de que el Ministerio de Industria asuma la llamada función 14, es decir, el control de las operaciones de concentración del sector. El Ministerio de Industria, quiere quedarse la actual capacidad de la CNE para vetar operaciones corporativas, según consta en el informe elaborado por el regulador acerca del anteproyecto de creación de la CNMC. Esta Función 14 ha sido utilizada en 131 ocasiones por el regulador, 56 de ellas en 2011, si bien ha cobrado importancia cada vez que se han estudiado importantes operaciones corporativas, entre ellas las adquisiciones de Endesa o de Fenosa. La CNE pide tambien que la labor de liquidación que realizan a las compañías permanezca dentro de la nueva institución o que el personal que se encarga de la misma pase al Ministerio. El organismo regulador defiende que la labor de inspección siga manteniéndose bajo el paraguas de sus responsabilidades y considera que el proyecto debería ser informado por parte del Consejo de Estado y de la propia Comisión Europea. Se considera necesario que el Anteproyecto prevea en su texto, al menos, la creación de los Comités Consultivos, su número de miembros y sus funciones de emisión de informe preceptivo en los supuestos antes indicados y se reclama que se fije un sistema claro para los ingresos derivados de la liquidación de las tasas previstas en la Ley de Hidrocarburos.