El 58 por ciento del capital se opone a la propuesta de integración con el grupo ruso del magnate MordashovMADRID. La junta general extraordinaria de accionistas de Arcelor consiguió reunir ayer en Luxemburgo al 60 por ciento del accionariado de la compañía, algo insólito en la historia de la compañía. para decir no a la fusión con el gigante siderúrgico ruso Severstal.Desde que se creó Arcelor en 2001, la junta de accionistas que ha tenido más asistencia no ha superado el 30 por ciento. En esta ocasión los dueños de la compañía han doblado su presencia animados por la campaña de publicidad lanzada por Mittal Steel, que pedía a los accionistas que dieran su no a la fusión con el gigante ruso.De los asistentes, el 96 por ciento han votado en contra de la fusión con Severstal, lo que significa que el 58 por ciento del total de los accionistas de Arcelor se oponen a lo que en su día aprobó el consejo de administración por unanimidad.Indemnización a MordashovTras los resultados del plebiscito, el presidente de la compañía, Joseph Kinsch, señaló que "el acuerdo de alianza estratégica suscrito con el señor Mordashov será resuelto de conformidad con lo acordado". En el contrato de fusión entre Arcelor y Severstal existía una cláusula por la que si cualquiera de las dos partes resolvía el contrato de manera unilateral debía de indemnizar a la otra con 140 millones de euros. Durante la junta extraordinaria, Kinsch defendió la decisión anterior de Arcelor de fusionarse con Severstal, pero señaló que el acuerdo se produjo "demasiado tarde" y que la reacción negativa del mercado y el bajo perfil de la siderúrgica rusa habían contribuido al fracaso de la operación. El nuevo gigante que nace de la fusión entre Arcelor y Mittal tendrá una capitalización bursátil de 36.000 millones de euros, producirá el 10 por ciento del acero mundial, aproximadamente 110 millones de toneladas, y dará empleo a más de 320.000 personas. El acuerdo prevé que Arcelor nombre al presidente del nuevo grupo. Kinsch rechazó discutir el futuro en la compañía del actual consejero delegado, Guy Dollé, que se opuso desde el primer momento a la operación con Mittal Steel.