El ejecutivo presiona a la banca para dificultar las operaciones de la petroleramadrid. La tensión entre el Gobierno argentino y la petrolera española Repsol es cada vez más alta y ha colmado ya la paciencia del presidente de Repsol, Antonio Brufau. YPF, filial de la petrolera española, ha enviado a la Comisión de Valores Argentina y a la Securities Of Exchange Comission -los mercados en los que tiene participación- el acta del consejo del pasado 23 de febrero. En la misma, el presidente de la petrolera denuncia que "YPF viene siendo objeto de algunas críticas injustas y de advertencias por parte de autoridades nacionales y provinciales así como de notificaciones de diferentes expedientes administrativos, incluyendo amenazas de sanciones o restricciones con dudoso fundamento legal". Algo sorprendente a tenor del apoyo mostrado el pasado mes de noviembre cuando Argentina manifestó su apoyo a las actividades de la compañía, aunque voto en contra del reparto del dividendo. A la críticas del presidente se suman tambien las quejas del director general de Operaciones, Ignacio Moran, que indica que desde comienzos de 2012 la compañía "ha soportado inconvenientes al intentar acceder al mercado de cambios para el pago de obligaciones financieras vinculadas a operaciones de importación, tanto de productos refinados como para equipamiento necesario para proyectos de inversión". Las dificultades, según habrían informado a la petrolera desde la entidad bancaria con la que intentaron cursar estas operaciones, "obedecerían a instrucciones impartidas por autoridades regulatorias y funcionarios nacionales". Todas estas situaciones se pusieron en conocimiento de las autoridades competentes mediantes cuatro notas enviadas por YPF los días 18 y 27 de enero y 10 y 14 de febrero. Retrasos administrativos Del mismo modo, según explicó el director corporativo de Asuntos Jurídicos, Mauro Dacomo, YPF ha detectado "demoras en los trámites de expedientes administrativos relacionados con importaciones de insumos, materiales y equipos" indispensables para la evolución de los proyectos de inversión. La petrolera explicó que estas demoras administrativas impactan en los plazos de ejecución de obras que generarán un aumento de los volúmenes y calidad de los hidrocarburos producidos por la empresa, lo que supone en la práctica una contradicción con las reivindicaciones de mayores inversiones que está realizando el Gobierno. En el acta del consejo, figura tambien la explicación de la negativa a entrar en el consejo de administración a varios miembros del Gobierno mediante un acta notarial en la que se reiterá que no se impidió el acceso al consejero por parte del estado, Roberto Baratta. Y se añade además la primera explicación oficial que recibe el directorio de YPF tras la ruptura del pacto entre Pemex y Sacyr Vallhermoso. Luis Suárez de Lezo informó de la terminación anticipada del pacto de accionistas que dejó de estar vigente el 31 de enero de 2012 y expone que ni el Grupo Sacyr, ni Pemex han llegado a tomar en ningúin momento el control de Repsol YPF, ni a ejercer una influencia decisiva en las decisiones de la misma, ni indirectamente de YPF. Curiosamente, se recoge en el acta que "Sacyr transmitió a terceros acciones de Repsol YPF representativas de un 10 por ciento de su capital" pero olvidan incluir la compra posterior como autocartera de esta cantidad. YPF envió el acta del consejo tanto a la Comisión del Mercado de Valores argentina como a la SEC pero no ha comunicado nada a la CNMV española sobre el conflicto que vive en Argentina como si de esta situación no tuviera ningún efecto en la matriz de la petrolera. Preocupación en Exteriores El Ministerio de Asuntos Exteriores español tomó cartas en el asunto esta semana y a través del secretario de Estado para Iberoamérica, Jesús Gracia, mantuvo un encuentro con el ministro argentino, Héctor Timerman, del que se desconoce su contenido. No obstante, el español confió en el diálogo para poder resolver la tensa situación.