El G-14, el grupo de las grandes inmobiliarias, necesitaba un presidente. Más allá de la gestión de Pedro Pérez, el gerente que nunca pasó de gerente, el club de la Excelencia en el ladrillo necesitaba algo más para hacer frente a una crisis sin precedentes; necesitaba un presidente (eso sí, ahora con todos los poderes que tiene un presidente) que diera la cara por ellos y, sobre todo, que diera soluciones. Y no valía cualquiera. Quien quiera que llevase las riendas de lo que ha sido uno de los motores de la economía española pedía a gritos una persona que conociera de cerca el sector; un interlocutor válido para sentarse con el Gobierno y las Administraciones Públicas; que se moviera como pez en el agua en un club tan atomizado en el que ya se han perdido más de un millón de empleos. Y lo ha encontrado en la persona de Fernando Rodríguez Avial. El nuevo presidente del G-14 (pese a que ya sólo quedan 12 socios) cumple con todos estos requisitos... y más. Prudente en su trabajo y respetado por sus compañeros, el mismo reconocía en una entrevista a este periódico que no es fácil encontrar a una persona con más de 30 años en el sector. Él, con 61 años, lleva 35. Y todo la vida en Sacyr, hoy Sacyr Valllermoso, donde empezó en 1976. Además, es presidente también de Testa, una empresa cotizada que pertenece a Sacyr Vallermoso -controla el 99,3 por ciento del capital- que se dedica al arrendamiento de inmuebles, y vicepresidente de Asprima (Asociación Promotores Inmobiliarios de Madrid) y miembro del comité ejecutivo de APCE (Asociación Nacional de Promotores Constructores de Edificios). Todo ello está en su currículo, pero lo que está escrito es que es un hombre de palabra, prudente en sus actuaciones y, aunque suene raro en este conetxto, muy querido. De ahí que Martinsa Fadesa, Grupo Ferrocarril, Hercesa, Level, Metrovacesa, Montebalito, Nozar, Quabit, Realia, Restaura, Reyal Urbis y Vallehermoso le hayan elegido como su salvador. Y no va a ser fácil: a cierre del pasado mes de septiembre, las firmas del grupo contaban con un stock de 4.500 pisos pendientes de venta y tenían en construcción 1.100 viviendas, un 62 por ciento menos que hace un año y un tercio de las que se levantaban hace dos años y medio. Todo ello, pese a haber ajustado los precios un 29 por ciento desde el inicio de la crisis. Sin duda, no lo va a tener nada fácil. Recortes eléctricos a la vista El ministro de Industria ha decidido meter la tijera a las renovables en primer lugar, pero no va a ser lo único. Tras apostar por el carbón y la nuclear, José Manuel Soria va directo a por las eléctricas. Su quebradero de cabeza es el déficit eléctrico que este año no puede exceder de 1.500 millones, pero con los costes regulados y las renovables se disparará más allá de los 5.000 millones. El siguiente paso va a ser un recorte a la retribución de las eléctricas, así como en el sector gasista. Además, la amenaza de una tasa nuclear acecha constantemente a estas compañías. Las grandes esperan ya el segundo asalto, pero hay un punto que no permitirán: una quita del déficit de tarifa, porque está reconocido como derecho adquirido. Sin embargo, esta justificación también es utilizada por las renovables y el departamento de Industria no se ha amilanado a la hora de pasar por encima. Nadie puede con Zara De acuerdo con las previsiones de los analistas, Inditex ha batido en el último ejercicio a H&M como el líder mundial del sector por resultados. Nadie puede con la capacidad de adaptación del gigante gallego a las necesidades del consumidor. La última víctima ha sido Benetton. La familia dueña de la empresa se ve obligada a excluirla de bolsa.