Se enfrenta a Mediapro y cambiará la ley para que las radios entren en los camposmadrid. El Gobierno de Mariano Rajoy está dispuesto a abrir todos los cajones, mover todas las alfombras y revisar cada renglón del balance de RTVE para poder meter la tijera a su presupuesto. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció ayer durante la Comisión Constitucional del Congreso que va a llevar a cabo una auditoría completa de las cuentas del ente público para "determinar los ámbitos en los que es posible una mayor eficiencia". "Vamos a analizar en profundidad el uso de los recursos públicos e impulsar la reducción de los costes de explotación de la corporación", especificó. La idea de centrar el ajuste en el capítulo de los gastos ha sido recibida con cautela en el consejo de RTVE. "No se pueden quitar 200 millones del gasto de explotación porque la partida no da para eso", explican fuentes del órgano administrativo que hoy se reúne en Moncloa con la vicepresidenta para conocer de primera mano el alcance de los recortes. Dentro de los posibles ajustes también suena con fuerza otra reducción de plantilla, sobre todo entre los directivos, que suman 256. "Todo se está mirando con lupa", aseguran fuentes cercanas a la cadena. "Vamos a escuchar los planes del Gobierno", explican desde la corporación. Aunque la posición oficial de la comisión formada por tres miembros del consejo de administración de RTVE (PP, PSOE e IU) es la de "escuchar", desde el órgano se denuncian los peligros del ajuste. "Con un recorte tan pronunciado el modelo televisivo actual corre peligro. El ajuste se debe reducir hasta los 80 millones", aseguraron. En este sentido, Ramón Jauregui, diputado socialista, exigió que los recortes no comprometan la calidad de TVE. Ante esas denuncias de que los recortes pondrían en peligro la "calidad" de RTVE, la vicepresidenta recordó que en 2009 el presupuesto público era de 1.057 millones de euros, un año en el que la televisión estatal todavía recibía ingresos por publicidad, ya que no fue hasta 2010 cuando se eliminó. Otro de los compromisos que asumió ayer Moncloa fue el de pactar el nombramiento del próximo presidente de RTVE antes de que termine "el periodo se sesiones", es decir, antes de verano. A la espera de que se celebre el congreso socialista que nombre un interlocutor, el consejo del ente público demanda la necesidad de que se nombre cuanto antes. "Esto está descabezado desde la marcha de Oliart. Necesitamos una cabeza visible para poder llevar a cabo las reformas y los ajustes", explican. ¿Cerrar las autonómicas? Durante su comparecencia, la vicepresidenta defendió la venta, privatización de la gestión o incluso el cierre de las televisiones autonómicas. "El panorama televisivo ha cambiado mucho y ya no hacen falta las cadenas locales para asegurar la pluralidad", sentenció. Roures, en la cuerda floja Para finalizar con el capítulo de la comunicación, Soraya Sáenz de Santamaría quiso poner punto y final al conflicto entre Mediapro y las radios por la retransmisión del fútbol. Moncloa anunció ayer que cambiará la ley para que las radios puedan acceder a los estadios "asumiendo los gastos que ocasionen". Esta decisión pone en la cuerda floja a la productora de Roures, que en verano mandó a la Liga Profesional de Fútbol (LFP) explotar los derechos audiovisuales y cobrar a las radios por retransmitir los partidos. Unos ingresos que necesita por los problemas económicos que atraviesa.