Bain&Co plantea una hoja de ruta para afrontar los cambios organizativosmadrid. Se avecina una nueva oleada de cambios en Cepsa. Ipic, el fondo de Abu Dhabi, modificó el primer y segundo nivel ejecutivo tras la toma de control pero ahora está inmerso en un proceso de transformación del grupo que afectará a los mandos intermedios de la segunda petrolera española. Así consta en un comunicado interno de la compañía, al que tuvo acceso elEconomista, donde se añade que estas reformas se acometerán tras contar con el análisis de la consultora Bain&Company, que fue encargado después de que el fondo de Abu Dhabi ejecutara su opa sobre Cepsa y que se ha desarrollado durante 100 días y en cuatro etapas. En concreto, Bain ha realizado un diagnóstico y ha planteado una nueva visión para Cepsa, al tiempo que ha fijado una serie de principios organizativos, así como una nueva estructura hasta los niveles 3 y 4 del grupo. El documento de la consultora también sugiere un nuevo modelo para la toma de decisiones y ha planteado a su vez una hoja de ruta en la que se incluye una propuesta para la gestión. El trabajo de Bain ha sido aprobado por los órganos internos de Cepsa y ha contado con el visto bueno de la Comisión Ejecutiva. Ahora la petrolera se ha fijado como calendario acometer estas reformas en el primer trimestre del año. La consultora ha presentado una serie de mejoras destinadas a incrementar la eficiencia y crecer en los correspondientes negocios, que se centran principalmente en acciones de optimización del refino y una actualización de la operación comercial. Por otra parte, con el fin de cumplir con la estrategia de crecimiento, la consultora plantea diversas medidas que faciliten el impulso de Exploración y Producción y de la Petroquímica, de tal forma que motiven la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio. Finalmente, en cuanto al desarrollo de aptitudes, la hoja de ruta incluye propuestas concretas dirigidas a potenciar el liderazgo, la movilidad y el talento. Estas reformas se acometerán para corregir las principales debilidades registradas tras la auditoría, como la falta de movilidad geográfica y funcional, aversión al riesgo, falta de efectividad y rapidez en la toma de decisiones, así como claridad en la comunicación de los objetivos empresariales. En el marco de esta nueva etapa que vive Cepsa se circunscribe el nuevo plan estratégico de la petrolera tras la llegada de Ipic. De esta manera y atendiendo al análisis de Bain, el grupo árabe ya ha dado indicaciones acerca de las líneas maestras para impulsar las áreas de exploración y producción, donde la compañía está reforzando su capital humano para crecer en países como Argelia, Colombia, Brasil y Egipto. El fondo árabe también se ha puesto como objetivo buscar sinergías entre Cepsa y sus diversas participadas: OMV (20 por ciento), Cosmo Oil (30 por ciento), EDP (4,1 por ciento), Parco (30 por ciento) y Sumed (15 por ciento) y Borealis, con la que ha firmado un acuerdo para crecer en petroquímica. Ipic confía en estas sinergias y, en concreto, en el potencial que le ofrecen por un lado la red de relaciones internacionales que mantiene Abu Dhabi y, por otro, la complementariedad entre sus participadas. Este nuevo plan también vendrá marcado por las negociaciones que mantienen Ipic y Glencore para crear un gran trader global de petróleo. La alianza serviría para crear una empresa en Londres que fuese el comprador de crudo de todas las compañías del grupo árabe y podría también servir para comercializar sus productos petroquímicos. En los primeros esbozos del proyecto se plantea el traslado de algunos operadores a la central de Glencore en Londres, donde tendrían que centralizar las compras dentro de esta alianza de nueva creación. La segunda petrolera de España sólo mantendría en su central la gestión de los contratos de productos a largo plazo y los feltes vigentes, ya que el resto de actividades iría a esta nueva sociedad, incluida la venta de los excedentes de las refinerías españolas.