Las cuentas de ACS no convencen a Credit Suisse que lleva años alertando sobre la situación de la constructora. El analista Robert Crimes ha vuelto a publicar un informe demoledor en el que pone en tela de juicio la configuración de la deuda, al tiempo que alerta de las minusvalías latentes por su presencia en Iberdrola y Hochtief, que estima en 4.000 millones.Este analista ya recibió la advertencia de ACS de que le impondría una denuncia por un informe realizado en 2008 en el que afirmaba que la constructora no podría hacer frente al pago de 1.600 millones que se le avecinaban por el desplome bursátil de sus participadas Iberdrola y Hochtief. Según el documento, al que ha tenido acceso elEconomista, el grupo que preside Florentino Pérez cuenta ahora con una participación del 18,8% en la eléctrica que preside Ignacio Galán (incluyendo las acciones que tiene aparcadas a través de equity swap) para lo que ha invertido 8.500 millones. Sin embargo, este paquete accionarial tiene actualmente un valor de mercado de 5.300 millones. Garantías adicionales La entidad considera que para la constructora esta exposición es un riesgo potencial y que no derivará en el corto plazo en un beneficio como sinergías por tratarse de una participación que no le permite el control y tampoco tiene acceso a la gestión. En consecuencia, calcula que ACS tendría que aportar garantías adicionales en efectivo de unos 850 millones por su inversión en derivados en Iberdrola y por la deuda asociada por cada euro que pierda cada titulo de la eléctrica. Junto a la inversión en Iberdrola, Credit Suisse estima que la constructora ha invertido 2.600 millones para comprar el 49% de Hochtief, mientras que su valor actual se sitúa tan sólo en los 1.800 millones. Además, advierte que ACS tiene un mayor apalancamiento de lo que publica en sus cuentas, ya que la constructora anunció una deuda de 3,5 veces el beneficio bruto de explotación en sus últimos resultados, pero el banco aboga por incluir una evaluación más realista y que se tenga en cuenta cómo redunda en su balance la consolidación de Hochtief y que la mayoría de su beneficio de explotación proviene de su 55% de la filial australiana Leighton. Teniendo en cuenta este hecho la relación deuda/ebitda aumentaría hasta el 6,1, pero la suma de su deuda a los activos mantenidos para la venta eleva esta proporción hasta 7,5. El informe asimismo reseña que si se tiene en cuenta que la constructora apunta como ingresos por dividendos su presencia en Hochtief, el mercado español representará el 57% del EBITDA en 2012 con un 15% en la construcción, 14% en los servicios ambientales y el 28% en servicios industriales. Para el analista, esta presencia tendrá consecuencias negativas debido a su dependencia del sector público (estimada en un 46% de su negocio) y en un momento marcado por los recortes presupuestarios para cumplir los límites del déficit. Además, la entidad avisa de una disminución del patrimonio del flujo efectivo, en tanto que en el tercer trimestre de 2011 el Ebitda, excluyendo Hochtief, cayó un 5% y se prevé una disminución de un 13% del beneficio orgánico para 2012. También existe la degradación continua del flujo de operación y Credit Suisse alerta de la debilidad en España y de las consecuencias en los gastos financieros por el retraso en los pagos del sector público.