El patriaca es citado por tercera vez y será detenido si no comparece el día 24 madrid. Los problemas crecen. Es el título de una serie norteamericana de la década de los ochenta. Y la frase que mejor resume la situación de la familia Ruiz-Mateos. Ya no hay trajes de Superman, ni tartas lanzadas a la cara de ningún ministro, ni puños que vuelan al grito de Te pego, leche. Pero vuelve la amenaza de prisión, las citaciones judiciales y la prohibición de salir de España. El titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Palma, Enrique Morell, decretó ayer la prohibición de salir del territorio nacional y la obligación de comparecer cada quince días en dependencias judiciales a los seis hijos varones del empresario José María Ruiz-Mateos. La familia mallorquina Radó se había querellado contra ellos y, tras escuchar a la fiscalía, el juez considera que insisten indicios de posibles delitos de estafa, falsedad en documento mercantil y estafa procesal. En concreto, la familia Radó estima que Nueva Rumasa le adeuda 7,34 millones de euros por la compra de las acciones que poseía en las sociedades que explotan dos hoteles Beverly. Anticorrupción Son medidas cautelares que se han adoptado a petición del fiscal anticorrupción de Baleares Juan Carrau, después de que los seis imputados, que se enfrentan a un proceso aún de mayores dimensiones ante la Audiencia Nacional, prestaran declaración durante toda la mañana en los juzgados. De forma paralela, y en otro juzgado también de Palma de Mallorca, la magistrado de refuerzo del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma ha citado por tercera vez para el día 24 al fundador de Nueva Rumasa, después de que éste no se presentara a la citación en calidad de imputado para ser interrogado por una presunta estafa de 13,9 millones de euros a Inversiones Grupo Miralles en la operación de compraventa del Hotel Eurocalas. Y esta vez puede ser la definitiva porque la juez ha advertido al empresario jerezano de que si no se persona en la capital balear, se ordenará "su busca, detención y presentación en el juzgado". Aunque, según el Tribunal Superior de Justicia de Baleares, Ruiz-Mateos no ha alegado ningún motivo para no comparecer, el empresario emitió un escueto comunicado en el que justifica su ausencia por una infección de orina, con proceso febril. Ruiz-Mateos está citado también el miércoles de la semana que viene ante la Audiencia Nacional, después de que no haya depositado los 30 millones de fianza que le impuso el juez Pablo Ruz. Tal y como informó ayer elEconomista, su abogado durante los últimos 30 años, Joaquín Yvancos, ha presentado una ampliación de la querella contra la familia -está personado en la que han emprendido un grupo de inversores- para pedir penas de prisión contra los hijos y denunciar la evasión de 600 millones de euros a Suiza. Yvancos asegura que José María Ruiz-Mateos se ha enfrentado además a sus seis hijos varones por la venta del holding al empresario Ángel del Cabo, que ahora quiere deshacer. Según dice, lo que estipula el contrato real, cuyo borrador él mismo se encargó de redactar, es que "Del Cabo intentaría salvar lo que pudiera y se quedaría después con el 20 por ciento, más los gastos, devolviendo el resto a Ruiz-Mateos". Según Yvancos, es lo mismo que ha hecho en otras ocasiones y lo que intentó, de hecho, con Viajes Marsans. "Lo que se está produciendo es un alzamiento de bienes en algunas sociedades que va a impedir que los inversores puedan cobrar", asegura el letrado.