El presidente de Ford España considera que el sector "se encuentra excesivamente regulado"madrid. Los fabricantes de turismos instalados en España quieren un nuevo marco jurídico para el sector porque, a su juicio, "se encuentra excesivamente regulado". La propuesta dirigida al Gobierno fue lanzada ayer por el presidente y consejero delegado de Ford España, José Manuel Machado, durante su intervención en el Foro Automoción de PwC. Machado, que también es presidente de la Comisión de Logística de Anfac, destacó que el actual marco jurídico está "desfasado", es "lento" y dificulta las relaciones que las marcas mantienen con sus redes de distribución. "Hay que simplificarlo y regular menos, pero mejor", abundó. El directivo reconoció que los fabricantes han cometido errores en materia de distribución, "un tema que tenemos pendiente y que debería ser punta de lanza de nuestra industria", en línea con el segundo lugar que ocupa en Europa. Alfredo Vila, director de Citroën para España y Portugal, apostó por vertebrar el sector, mejorar los mecanismos de relación que las marcas mantienen con sus clientes y rechazó la aplicación de las ayudas por parte del Gobierno para incentivar las compras de turismos, porque "sólo producen avances artificiales". A cambio, Vila propuso introducir medidas estructurales de largo recorrido, tal y como ya ha trasladado Anfac al Ministerio de Industria. PwC, impulsora del foro de Automoción, abordó ayer las conclusiones de un estudio llevado a cabo sobre la distribución del automóvil en España, en el que han colaborado distintos profesionales de la industria del automóvil. Entre sus propuestas, la consultora destaca que el sector debe acometer una reorganización para adaptarse a las nuevas exigencias del mercado. Así, cree que debe ser más profesional, aplicar mecanismos para mejorar la relación con los clientes y potenciar los servicios post venta con el foco puesto en la fidelización. De igual forma, PwC considera que la distribución ganaría credibilidad en la venta de automóviles de segunda mano si la Administración facilitase la trazabilidad de cada turismo a través de su número de chasis, tal y como sucede en otros países europeos.