MADRID. La compañía Intel, primer fabricante de microprocesadores del mundo, comienza el año con un ambicioso propósito: irrumpir en el negocio de los teléfonos inteligentes (smartphones) y tabletas. De esa forma, el gigante estadounidense diversifica su presencia en uno de los segmentos de actividad más pujantes del mercado. Al mismo tiempo, según confirmó ayer el director general de Intel España, Norberto Mateos, el nuevo año de Intel estará marcado por la explosión de los ultrabooks, pequeños portátiles en los que Intel instalará sus procesadores Core de 22 nanómetros en casi medio centenar de modelos diferentes. Entre otras virtudes, este tipo de microchip permitirá acelerar el arranque del equipo para que sea casi inmediata.