El ministro de Economía opta porque las entidades cubran sus propias necesidades antes de crear un 'banco malo'madrid. El Gobierno va desgranando poco a poco todas las medidas y ajustes que necesita la economía. Ayer el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, aseguró que la banca deberá destinar hasta 50.000 millones de euros para nuevas provisiones relacionadas con sus activos tóxicos inmobiliarios como parte de una nueva reforma del sector. En una entrevista concedida al Financial Times, De Guindos destaca que es "esencial" que las entidades saneen sus balances sin que esto suponga una carga para el Tesoro, al mismo tiempo que defendió que debería producirse una nueva ronda de fusiones entre los grupos de cajas de ahorros. El ministro reconoce que existe un "problema inmobiliario" en España, pero incide en que es manejable, ya que estos 50.000 millones representan el 4 por ciento del PIB, y remarca que no se puede comparar la situación de España con la de Irlanda. "Es de una magnitud completamente diferente", recalca. En su opinión, en la mayoría de los casos, las entidades podrán obtener esta cantidad por sus propios medios, a través de sus beneficios, y añade que esto podría hacerse no sólo en un año, sino durante varios ejercicios. Asimismo, De Guindos espera que, en vez de crear un banco malo financiado por el Estado para absorber el suelos y los activos inmobiliarios devaluados, los bancos y las cajas logren dotar estas provisiones extras para que puedan ser valorados de forma más realista en sus balances. El rotativo británico destaca que los bancos han provisionado ya alrededor del 30 por ciento de los 176.000 millones de euros en activos inmobiliarios dudosos, pero señala que, por ejemplo, parte del suelo que acumulan en sus balances es "invendible" y no tiene ningún valor. Según publica elEconomista, el Gobierno ha dado seis meses de margen para devaluar los terrenos rústicos urbanizables. Las dotaciones ya realizadas de la banca para estos activos, por tanto, ascienden a unos 52.000 millones. El volumen total de la hucha para cubrir las insolvencias de los créditos suma en total 72.776 millones, de los cuales más de la mitad -38.000 millones- han salido de la cuenta de resultados y la venta de activos. Pero, los beneficios cada vez son menores por la crisis. El Gobierno pretende culminar el saneamiento del sector en el primer semestre del año, fecha que coincide con el fin de periodo dado por Bruselas al sistema financiero europeo para que se recapitalice.